Nuevamente los saludo queridos lectores de Realidad 7, decidí regresar a las letras por que especialmente esta semana me sentí un poco fuera de lugar y por momentos en un mundo maravilloso donde sin duda hemos encontrado al ser celestial que nuestro señor jesucristo, buda, quetzalcoatl o cualquier Dios que ustedes quieran imaginar nos ha mandado.
Sin duda Andrés Manuel López Obrador hoy nos ha abierto los ojos (se seca las lágrimas quien esto escribe).
Al enterarme de las declaraciones sobre su hermano Arturo López Obrador al llamarlo traidor sólo por el hecho de pensar distinto en cuanto a las personas que disputan el gobierno de Veracruz, de verdad que me hizo reflexionar sobre mi actuar a lo largo de los años que llevo en este mundo imperfecto, que en teoría, no debemos compartir con Andrés Manuel, ya que somos impuros, insanos y pertenecemos a la mafia del poder.
Le pido perdón a Andrés Mauel López Obrador por empadronarme en el extinto IFE para poder ejercer mi derecho a elegir y ¿por qué no también ser elegido?, perdóname Andrés Manuel por estar inscrito en este instituto electoral al servicio de la mafia del poder que por cierto en el año 2000, nuestra imperfecta democracia te reconoció el triunfo a la jefatura de gobierno del antes llamado D.F.
Le pido perdón a Andrés Manuel por consumir refrescos de marcas internacionales que de acuerdo a tu criterio y el de tus seguidores, dominan el mundo con su mercadotecnia captadora de mentes débiles.
Que me perdone López Obrador por pagarle la luz a la CFE que hoy está en manos de "los de arriba" como sueles llamarlos.
Pido perdón por usar ropa fabricada en México pero con marcas que los gringos, españoles e italianos etiquetan.
Discúlpame López Obrador también por no hacer nada para que no se roben mi petróleo.
Perdóname por bautizarme bajo la fe católica, quizá cuando era bebe no pude decidir que me bautizaran bajo tu religión (MORENA) en la que en verdad se adoctrina a los integrantes, muchos le llaman SECTA.
Que me perdone López Obrador también por las veces que vi y gocé los partidos de la selección mexicana de fútbol a través de Televisa y Tv Azteca, la verdad en mi infancia inocente y en mi adolescencia me agradó tanto el futbol que me apasioné y en lugar de ir a delinquir, cerrar calles, robarme coches, y asaltar OXXO´s, no lo pude acompañar a luchar contra los monopolios nacionales e internacionales. Además prefiero pagar por ver futbol que robarme la señal de wi-fi de los vecinos o de las oficinas como Gerardo Fernández Noroña ha pedido en diversas ocasiones.
Que nos perdone a los 33 millones 552 mil 269 electores que NO votamos por AMLO y votamos por otra opción, tomando en cuenta que en la elección 2012 hubo un conteo total de votos de 49 millones 87 mil 446 sufragios en donde sólo el 31.64% (15,535,117 de votos) lo eligió.
Que me perdone AMLO por utilizar un plan Telcel y Nextel y así hacer más ricos a los ricos, se que estoy cometiendo un error que me costará el infierno terrenal, pero en verdad que no tengo opción, los teléfonos de vacito que hacíamos en la primaria con un hilo ya no me sirven.
Que me perdone Andrés Manuel por todos los pecados que he cometido, pero tengo que pararme todos los días a ganarme el PAN y la SAL, no tengo el tiempo libre que comunente los NINIS tienen en el día, ni tengo la maravillosa opción de desayunar, comer y cenar sin trabajar como lo hace un ser divino y celestial como él.
En verdad le pido perdón a Andrés Manuel por no ser como él lo desea.
Que Dios nos perdone de esta vida vanal que llevamos ese 68.33% que no lo elegimos en el 2012 y que seguramente en el 2018 no lo haremos tampoco.
Le pido perdón a Andrés Manuel por que si no fue capáz de ponderar la sangre que corre por las venas de su hermano Arturo López Obrador al llamarlo traidor volteando a la opinión pública en torno a su familia, no se que nos podemos esperar el resto de los mexicanos.
Que me perdone Andrés Manuel también por mi redacción, ya que la verdad me niego a asistir a una universidad de MORENA, prefiero mi redacción.
Cierro mi texto diciendo:
Y líbranos del mal Andrés Manuel, Amén.