La precariedad de las instituciones de salud en México, la inseguridad, la voracidad bancaria, la falta de oportunidades y bajos sueldos me hace querer vivir en un país como Estados Unidos.
La decepción de malos gobiernos, de personas corruptas e ineptas me hace querer ser gobernada por un gobierno distinto.
El desorden social y la conducta gandalla de muchos mexicanos me hace no querer vivir aquí.
Y no, no vengan a darse golpes de pecho con su nacionalismo hipócrita, ese que desde la tribuna el viejo enfermo y la nueva presidenta hacen alusión un día si y otro también. En el fondo ustedes piensan como yo, intrínsecamente lo hacen al reconocer a los mexicanos que allá trabajan y “agradecer” las remesas que envían; ellos se fueron por un sueño, en realidad se salieron de una pesadilla llamada miseria.
Y bueno, en su hipocresía los que gobiernan ahora no opinan diferente, demuestran lo mismo; así podemos ver a Zaldívar y esposa de compras en Nueva York, a Noroña vacacionando en Chicago o Nueva Orleans, al hijo y nuera del ex presidente viajando para tener a sus hijos en territorio americano y así obtener gratis la ciudadanía americana.
En fin, esto fue solo una reflexión personal, sigan en lo que estaban.