¿Realmente conocemos los alcances y límites de la democracia? Igual que la autocensura, existe auto limitación en el deber cívico, no hace falta más que ver la primera plana de cualquier diario para comprobar que las cosas no están tomando el camino idealizado.
Cuando un ciudadano cumple con su ejercicio cívico y democrático sabe que va más allá del voto, más allá de recibir una televisión mediante programas de gobierno e incluso más allá de una manifestación o protesta por pacifica que resulte.
Si bien he impulsado de forma muy personal la protesta en espacios públicos, puesto que ayudan a evidenciar y visualizar los problemas que de otra forma no conoceríamos, además de ejercer una presión directa a organismos, hace falta llevar éstas prácticas a un orden y disciplina que por la vía constitucional realmente concreten la misión de un mejor México.
Denise Dresser, politóloga por el ITAM, destacada activista y orgullosa mujer mexicana, pone sobre la mesa de la sociedad y en mi librero, un trabajo que realizó luego de recorrer el país, invitando a la participación ciudadana y reflexión sobre la forma en la que conocemos y amamos México.
El libro ‘El país de uno’ de editorial Aguilar, es un retrato del país y salió a la luz en 2011, sin embargo los 10 puntos eje de ésta propuesta son una actual y urgente guía del ciudadano mexicano que busca un mejor país, de aquel mexicano enamorado de México no sólo con palabras.
Éstos son los 10 puntos con los que Denise Dresser nos invita a participar en ‘El país de uno’:
1. Ser irreverente. El ciudadano debe cuestionar a sus gobernantes, enfrentarlo públicamente y exigir respuestas a sus inquietudes.
2. Ejercer el voto. El voto da voz, premia, castiga, obliga a los gobernantes. “Hay que votar con el corazón, con el alma”.
3. Informarse de lo que pasa en el país. Sugirió leer periódicos, medios de comunicación en internet y evitar “estar expuestos a pedazos de la realidad nacional” que se transmite en televisión. También propone crear círculos de lectura o de cineclub que toquen temas políticos o sociales relevantes.
4. Hacer el marcaje personal de tu diputado federal. Los ciudadanos deben conocer el nombre y las actividades que realice “su empleado”, porque “su sueldo proviene de los impuestos que ojalá ustedes estén pagando”. Infórmense de cómo ha votado, cuántos viajes ha hecho, recordarle para qué llegó al poder y obligarse a ser un verdadero representante de la ciudadanía.
5. Oponerse a la guerra contra el narcotráfico y apoyar un debate nacional sobre la legalización de las drogas. Dresser consideró que la única diferencia entre el gobierno de Calderón y Peña es que ahora no se habla del tema de la inseguridad pero ha sido una “guerra repleta de sacrificios, de corrupción compartida, de control territorial, infiltración gubernamental”. Dijo que México debe comprender que la prohibición no disminuye sino genera más problemas.
6. Cambiar las reglas de la educación. “Entiendan que México prosperará cuando la gente esté educada”.
7. Eviten ser ‘exprimidos’. Invitó a los ciudadanos a dejar de sentir admiración de sus ‘exprimidores’ como de las empresas telefónicas, del banco y otras compañías que les cobran de más o les obligan a pagar un mal servicio.
8. Recoger la basura afuera de tu casa. Este sencillo acto dará mayor responsabilidad por los espacios públicos y “después de un mes se preguntarán por qué lo están haciendo solos, y organizarán a sus vecinos, y después de 2 meses de organización se cuestionarán por qué lo están haciendo si pagan impuestos”.
9. Comunicación por las nuevas tecnologías de la información son clave para hacer funcionar la democracia. Cualquier puede iniciar una petición o exigencia y pueden apoyarla miles de personas y hacer eco en los legisladores.
10. Regresar al país algo de lo que nos ha dado. Ayudar a una asociación civil y donar parte de nuestras horas en ello.
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