“No estoy lista para entrar a la escuela, estoy nerviosa”, respondió Aranza cuando le pregunte ¿Qué se siente entrar a la primaria?
La pandemia de la COVID-19 nos enfrenta cada vez a retos mas grandes, la decisión de regresar a clases presenciales, un modelo híbrido que no convence del todo a los tutores en medio de una tercera ola de la pandemia, alza de contagios por el virus y la variante Delta la cual es más transmisible duplicando el riego de propagación, ha provocado una incertidumbre entre padres de familia, docentes e incluso una serie de debates entre diversas autoridades, médicos y sociedad en general
La necesidad de retomar la educación presencial para contrarrestar la gran problemática que implica la salud mental en los menores, aunado a los grandes índices de violencia debido al confinamiento, además de reforzar aprendizajes y el “estamos preparados”, son algunos de los argumentos de la secretaria de educación del estado de México para retomar actividades
Pero las aulas y la ventilación inadecuada de las mismas sigue siendo el mayor miedo de muchos, en este intento de regresar a la cotidianidad, en México menores de 16 años no están vacunados y en la población elegible menos del 30% cuenta con vacunación completa. La enfermedad de COVID-19 suele ser menor en niños en comparación con los adultos, sin embargo, hay niños que llegan a presentar una enfermedad respiratoria grave y no debemos minimizar, ni poner en duda, el COVID-19 también se esta presentando en los menores de edad
En fechas recientes diversos distritos de EU han tenido que cerrar sus escuelas debido al incremento de casos de COVID-19
La proximidad del invierno nos alerta la importancia de aumentar las medidas sanitarias dentro de los planteles desde ahora, de estar en comunicación constante con los hijos sobre todo lo que pasa dentro en el aula, de reportar cualquier falta por mínima que parezca, de informar a los niños sobre el virus y el uso adecuado del cubrebocas, de involucrarnos como adultos por completo con el tema
La desigualdad que existe en la educación y que ya todos conocemos, un regreso a clases que preocupa, sin garantía, que no entusiasma como otros, una serie de dudas, preguntas en el aire y en dónde el tiempo será el encargado de dar respuestas.