El artículo 123 de la Constitución política mexicana dice en su fracción VI lo siguiente: “LOS SALARIOS MÍNIMOSGENERALES DEBERÁN SER SUFICIENTES PARA SATISFACER LAS NECESIDADES NORMALES DE UN JEFE DE FAMILIA, EN EL ORDEN MATERIAL, SOCIAL Y CULTURAL, Y PARA PROVEER A LA EDUCACIÓN OBLIGATORIA DE LOS HIJOS. LOS SALARIOS MÍNIMOS PROFESIONALES SE FIJARAN CONSIDERANDO, ADEMAS, LAS CONDICIONES DE LAS DISTINTAS ACTIVIDADES ECONÓMICAS.”
Este es un artículo constitucional que se viola flagrantemente todos los días, en todo el país. Pareciera que a nadie, incluyendo legisladores y a puristas defensores del artículo 3ro y del Estado laico, les importa. ¿Por qué? Porque jamás dicen nada. No se escuchan los reclamos a la violación del mismo. Como cuando alguna persona que está relacionada con un culto religioso o es ministro de uno, se erige para opinar en política. Lo reprueban inmediatamente. Imaginen que quisiera ocupar un cargo de elección. ¡Es anticonstitucional”, dirían.
Exactamente. Así han hecho y dicho cuando algún mandatario o gobernante, como Vicente Fox (El Memo), besó el anillo del Papa Juan Pablo II, durante su visita a México. O como cuando el gobernador de Chihuahua, en un acto religioso, dedicó a DIOS el Estado que gobierna. A esto mismos es que le llamo doble discurso o qué conveniente señalamiento de estos críticos y defensores del estado laico. No así del estado de los trabajadores.
El Estado, (como forma de gobierno), tiene su religión. Se llama Laicismo. Y como todos los “ismos”, éste no acepta competencia. Religa a todos sus miembros a los que adoctrina en un solo credo, en una sola fe. La Política. La que administran sus “iglesias”, los partidos políticos.
El Estado todo lo puede. Es el todo poderoso y omnipresente. No tendrás otros dioses ni otra fe, ni religión alguna delante del Estado. El que te dará el sagrado sustento-que éste quiera-desde la cuna a la tumba. Te educará. Te alimentará, te empleará, te dará vivienda. Te proveerá de un sistema de salud y todo tipo de beneficios en su reino, la República. Al final te dará una pensión y un funeral en sus velatorios para que descanses “per secula seculorum”.
Pero para que se pueda hablar de laicidad, para saber que en un determinado régimen se practica el laicismo, por fuerza deben de existir tres elementos centrales:
1.- Respeto de la libertad de conciencia.
2.- Autonomía de lo político frente a lo religioso (Separación Iglesia-Estado).
3.- Igualdad de los individuos y sus asociaciones ante la ley. Es decir no discriminación.
Pregunto entonces; ¿Tenemos en México un verdadero Estado Laico?
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