Columna: Meollo del Asunto.
Por Daniel Valles
A la de: “me caso ganso”, la bancada morenista en el Senado de la República impuso a la señora Rosario Piedra Ibarra, como comisionada de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, CNDH.
Los videos del Canal del Congreso y que circulan en Internet, son patéticos y muestran lo que la oposición alega. Votaron 116 senadores y sólo se cantaron 114 votos. Fraude.
Así fueron los morenistas y de esa manera mancillaron el H. Senado de la República. La Cámara alta. Donde se privilegia la democracia y la tolerancia. Donde se habla de ello todo el tiempo y peor aún, donde se legisla con esa perspectiva.
Lo que resulta ser una falsedad, una contrariedad y un contra ejemplo que ha causado su efecto, destruir el tejido democrático del país.
Y ha sido a la de “me cando ganso”, porque el proceso para elegir a la hoy impuesta comisionada estuvo viciado de origen.
La oposición, en voz de la senadora Kenia López Rabadán, que es la presidenta de la Comisión Senatorial de Derechos Humanos, acusó a la bancada de Morena de “robarse dos votos”.
Así de clara y así de contundente fue la acusación de la senadora.
Desde el pasado jueves en que se han llevado las elecciones para elegir de la terna propuesta, la senadora y un grupo de compañeros senadores y senadoras, declararon el fraude de Morena y mostraron videos en que se ven las triquiñuelas que cometieron los morenistas. Esto, a decir de los opositores. Los videos son contundentemente claros. Quien guste los puede buscar en Youtube.
Los senadores priístas por su parte, pedían que el proceso se anulara y se remitieran una nueva terna. No bastaba con reponer la votación por el vicio de origen.
Y es que la señora Piedra, es-o era al momento de presentarla en la terna postulante-miembro activo de Morena.
Ha sido candidata a cargos públicos por ese partido y además, de todos es sabido que es una incondicional de nuestro querido presidente. Nada de malo en esto, pero la descalificaba de entrada.
Es sabido que tanto ella como su madre, la señora Rosario Ibarra de Piedra, recientemente receptora de la medalla Belisario Domínguez, que entrega el senado y que el mismo AMLO avaló, han estado a lado de nuestro querido presidente todos estos años en que éste hizo campaña política. La que finalmente le ha llevado a los sitios de poder.
Morena, con su aplastante mayoría, por fin impuso a su candidata, elegida por ya saben quién, como comisionada de la CNDH
La imposición-o nombramiento como dirán los morenistas-fue con empellones, empujones, golpes, mentadas de madre y toda la cosa.
Se asemejó a la toma de posesión de Felipe Calderón cuando presidente de la república.
Una tan criticada por estos mismos hoy senadores y senadoras en la oposición entonces y en otros cargos. Quienes reprobaron entonces el haber dado acceso a Felipe Calderón tras banderas para tomar posición. En aquella ocasión se quejaron de lo que ayer mismo hicieron.
Un papel protagónico tuvo el senador por Chihuahua, Gustavo Madero.
El que se abalanzó sobre la señora Piedra para tratar de impedir que se sentara y tomara posesión.
El senador terminó en el suelo y varias veces trato de acercarse tanto a la señora Piedra como a la presidenta del senado, la morenista, Mónica Fernandez, pero le fue impedido por senadores y senadoras de Morena que se agruparon para la batalla.
El hecho provocó un caos y execrable espectáculo y fue un insulto a la soberanía nacional, al pueblo de México.
Pero no para todos, sino sólo para los que no están de acuerdo con el procedimiento de los morenos.
Todo esto se sucedió ante la presión encabezada magnífica y decente de la senadora Kenia López Rabadán, del PAN.
La que demostró el fraude y los dos votos perdidos en la votación original.
Por qué son importantes estos dos votos.
Porque sin ellos Morena no logra los 80 que necesita para imponer su voluntad. Porque son los que le dan la mayoría calificada necesaria para reírse de la oposición en su cara. Como antes hicieron para con ellos. Claro.
Pero también, el hecho señala como el senador Monral, se retractó de su compromiso de reponer la votación, como ofreció previamente.
Sí, con ese ofrecimiento calmó las cosas. Creyendo que tenía todos los votos. Pero oh sorpresa. Al llevarse a cabo un conteo, no tuvo los votos necesarios para imponer a su candidata y la de nuestro “querido” presidente y vino todo este zafarrancho.
La vergonzante acción queda ahí registrada. El senado ha sido mancillado. Esto no es importante para vencedores.
Debería de serlo no sólo para la oposición, que con pruebas acusó, sino para todos nosotros los ciudadanos.
Así han mancillado la democracia, quienes se dicen defensores de ella.
Esto, es una mala señal y el Meollo del Asunto.
Imagen de: Daniel Valles