Luego de que el pasado 19 de abril el presidente López Obrador confirmara que tras el fallo de la Suprema Corte de Justicia con el cuál la Guardia Nacional mantenía su carácter civil operativa y administrativamente y no bajo el mando militar de la Secretaría de la Defensa Nacional, el mandatario cometió una de las humillaciones más desleales hacia sus corcholatas.
Y es que tras de que la SCJN mostrara al país y a su sociedad que los contrapesos de poderes están más vigentes que nunca, el tabasqueño volvió a mostrar su traición a los suyos, no basta con calificarlos como corcholatas, no le basta con arengar un día a uno y luego a otro, al final, sabe que los tiene comiendo de su mano y sólo será su dedo el que defina quién competirá por la presidencia de la república en 2024.
Precisamente por esa necesidad de Claudia Sheinbaum, Adán Augusto y Marcelo de ser el elegido o la elegida por el dedo ‘divino’ de López, es que se tienen que desayunar, comer y cenar sapos a la orden de lo que dicta el tabasqueño, no importa si el platillo es humillante ante la opinión pública.
Esto debido a la polémica declaración del primer mandatario quién como niño berrinchudo, afirmó que presentaría una iniciativa de reforma constitucional a través de la nueva legislatura que inicia el 1 de septiembre del 2024 para intentar militarizar otra vez la Guardia Nacional:
“Va a depender de que el pueblo decida votar, no solo por un candidato de nuestro gobierno, sino también por los legisladores, candidatos a diputados y senadores, porque ya lo estamos constatando, se puede tener mayoría simple… pero para llevar a cabo una reforma constitucional se requieren dos terceras partes… es decir se requiere una mayoría calificada”, afirmó el tabasqueño.
¿Qué habrán sentido Claudia Sheinbaum, Adán Augusto o Marcelo que en caso de ganar en el 2024 su jefe no los tomara en cuenta para esta decisión?
Y es que recordemos que en caso de que alguna de estas corcholatas ganaran la elección del 2024, serán los presidentes o la presidenta electa, a quien por anticipado, López Obrador ya advirtió que no los tomará en cuenta para imponer su visión militarista de la seguridad civil.
Vaya, ya les demostró quién quiere seguir mandando aunque ya no tenga el poder, ¿se dejarán las corcholatas?... que conste que es pregunta.
Puebla en el basurero de las bardas
La hermosa ciudad de Puebla sufre lo que podemos catalogar como un ataque del ‘barda-virus’ que es ocasionado por la brutal hambre de poder del partido que se dice diferente.
Y es que aunque presuman en la cuarta T ser la ‘esperanza de México’, estos vulgares políticos convirtieron cualquier parte de la ciudad en un congal de pintas para posicionar nombres y pre candidaturas de políticos nacionales como Sheinbaum, Ebrard y Don Patán, digo, Adán Augusto. Puentes, casas abandonadas, bardas perimetrales de casas de interés social y hasta en la infraestructura del gobierno del estado y áreas donde quepan los nombres de presidenciables y las corcholatas aldeanas sirven como espacio para poner pintas de muy mal gusto como si se tratara de ganar a base de brochazos y cubetitas de acrílica.
Lamento decir que estas mañosas y marrulleras acciones no han sacado de la pobreza a nadie, ni ayudan al crecimiento económico, ni mucho menos las familias poblanas viven mejor con estas acciones ilegales, o bueno, quizá los únicos beneficiados son los rotulistas quienes si han visto buenos centavos, claro, a costa de la falta de medicinas en el sector salud o mejores servicios públicos u obras que en verdad ayuden a las y los poblanos.
La factura contra la gobernadora Cuéllar cortesía de Alfonso Sánchez García
El berrinche del Secretario de Infraestructura Alfonso Sánchez García comienza a pasarle a la gobernadora Lorena Cuéllar las primeras facturas del costo político que tendrá la inútil obra del autotren Tlaxcala.
Y es que este lunes 24 de abril, un grupo de representantes de organizaciones civiles fijaron su posicionamiento contra la obra que como advertimos, no tiene permisos ni licencias, provocará un ecocidio, no es transparente y no resolverá ningún problema de movilidad en la entidad, por el contrario, parece más un negocio jugoso que beneficia sólo a Sánchez García y a su grupo político.
El pronunciamiento de personajes ligados a la izquierda local y al activismo social frente a la prensa, contra las ocurrencias del gobierno morenista de Lorena Cuéllar, ya le cargó un costo político a la mandataria por la obra que vendió como espejito Sánchez García.
Que no digan que no se advirtió sobre el despeñadero al que llevarían a la gobernadora por este tren.
Cantada vale doble.