Hay días en los que parece que nos hemos levantado con el pie equivocado. Necesitas llegar a una cita y todo se complica, quieres ver a alguien y te es imposible o simplemente tienes un bajón emocional.
En estos momentos todo se ve complicado y parece que nada puede ir bien.
Peor aún, volteas a tu alrededor y parece que todos se han puesto de acuerdo para complicarte el día. ¿Qué hacer cuando todo va mal? Sigue leyendo y descúbrelo.
Cuando estés en uno de estos días toma en cuenta lo siguiente:
La vida no es fácil
Olvídate de esperar que la vida sea perfecta. Nunca lo será y eso es bueno, porque te da la oportunidad de evolucionar.
Cuando todo va mal es porque solo te estás enfocando en tus fracasos. Quizás es hora de evaluar las expectativas que tienes.
Si es necesario haz algunos ajustes o cambia. Quienes van por la vida esperando solo cosas positivas se encuentran con muchas desilusiones en el camino.
El éxito no llega de la noche a la mañana
Todos queremos ser exitosos y reconocidos en lo que amamos, pero no siempre estamos dispuestos a trabajar todo lo necesario.
¿Ahora mismo sientes que todo va mal porque no tienes el éxito que quieres?
Puede ser momento de analizar lo que tienes y valorarlo. Luego, puedes crear un plan para llegar a donde deseas.
Se necesita paciencia y esfuerzo para llegar a cualquier meta, no dejes que la frustración te gane. Fija pequeñas metas y ve por ellas poco a poco.
Aprende la lección
¿Por qué sientes que todo va mal? ¿Qué te está generando este sentimiento? ¿Qué puedes aprender de él?
No te quejes de todas las cosas terribles que te pasan. Será tu primera reacción, pero realmente no sirve de nada. Solo lograrás sentirte peor cada vez que pienses en ello.
Mejor enfréntate a lo que tienes como si fuera un reto. Aprende a ver lo divertido y a romper tus límites.
Aprecia lo bueno
No te dejes vencer por la tristeza o el desánimo. Será difícil sonreír cuando sientes que todo va mal pero, ¿de que otra forma mejorarás tu visión de las cosas?
Aprende a ver los errores y fracasos como parte de la vida y del proceso evolutivo. Luego, aprecia todas las cosas buenas que tienes ahora.
Ya no te preocupes
No te preocupes por todo lo que pase a tu alrededor. Si todo va mal hoy, enfócate en las cosas que puedes mejorar. Todo lo demás debes dejarlo fluir. Aunque no lo creas, las cosas poco a poco toman su lugar en tu vida.
En lugar de pasar la noche entera preocupado por lo que debes hacer, enfócate en crear un plan para solucionar lo que te sea posible.
Llora si lo necesitas
Cuando todo va mal es imposible no sentir ganas de llorar. ¡Hazlo! No temas llorar, no es un síntoma de debilidad. Es necesario dejar salir los sentimientos y permitir que fluyan para que otros ocupen su lugar.
Lo que no debes hacer es concentrarte todo el tiempo en lo malo y evitar avanzar. Llora ahora y luego, continúa el camino.
Recuerda que ninguna vida es perfecta
¿Cuánto tiempo pasas comparando tu vida con la de los demás? A primera vista puede parecer que tienes una vida complicada, llena de defectos y nada perfecta. La buena noticia es que no eres el único.
Deja de compararte y de creer que a otros les va mejor. Quizás esa amiga que parece rodeada de buena suerte con los chicos es incapaz de encontrar uno que la haga feliz. O el primo que cambia de auto cada año está tan endeudado que no puede dormir en paz.
Cuando todo va mal piensa en dónde estás y a dónde quieres llegar. Lo que haga el resto del mundo no debe ser tu principal preocupación.
Información:lamenteesmaravillosa.com