La mayoría de nosotros no sabemos lo que es un duelo hasta que lo experimentamos en carne propia, hasta que muere alguien a quien amábamos mucho, o se rompe algún tipo de vínculo importante para nosotros.
En ocasiones creemos que nos sentiremos tristes o que pronto va a pasar, y suele sorprendernos mucho que regularmente no es así, o no solo es así, podemos sentir muchas otras “cosas” mas, como: cansancio, mal humor, necesidad de aislarnos o de estar con mucha gente, distraídos, con mucho dolor, sí, tristeza, culpa, enojo o irritabilidad, quizá no haya ganas de hacer algo, sin sentido de vida, de “qué sigue”, no podemos concentrarnos, se salen de nuestros ojos las lágrimas sin, incluso, estar pensando en la situación, se salen “solitas”, y quizá muchas, muchas cosas más… Y pasa el tiempo, y quizá no estoy “mejor”, como creía, y pasa más tiempo y a veces creo que es peor. Para algunas personas puede parecer que es peor conforme pasa el tiempo y para otros, quizá les sea menos complicado el proceso.
Como ves, habrá muchas situaciones diferentes y muchas personalidades distintas, por lo que para la elaboración de un duelo no hay respuestas directas, ni fórmula secreta, ni instrucción directa de que hacer para que pase.
Me es importante mencionar que quien te diga qué se debe hacer y te den respuestas, en realidad ésta probablemente manipulando la situación y aprovechando tu estado de vulnerabilidad, lo que finalmente no ayudará a largo plazo. Quizá en ocasiones solo sirva para expresar y ya; y sin sentir las emociones desbordantes, puedes llegar a pensar o creer que ya pasó el duelo y NO, eso sería en su caso, expresar, pero de ninguna manera significa elaborar un proceso de duelo.
Elaborar un proceso de duelo significa vivir un evento, en un periodo de tiempo por el que además de expresar, atravesamos nuestro dolor y resignificamos la vida. Para ello, se requiere tiempo, paciencia, amor, disposición hacia uno mismo. Para que la vida que sigue después del evento de pérdida, tenga sentido y vivamos en armonía o lo mejor posible, con nosotros mismos.
Evitar expresar las emociones que surgen por la pérdida del vínculo y que nos lleva al proceso de duelo, es riesgoso, ya que puede provocar enfermedades o situaciones de angustia importantes, puede llevarnos a un choque psicológico que no permite el crecimiento ni aceptar el cambio, y eso sería quedarnos detenidos.
Yo ejemplifico el duelo como una herida física, supongamos una fractura del hueso llamado tibia: para volver a caminar bien, requeriremos ir al médico, quizá requiera cirugía o por lo menos ser enyesada, después rehabilitación y si nos duele mucho quizá gritemos o lloremos, quizá tendremos que solicitar días de incapacidad en el trabajo, quizá necesitemos que alguien nos cuide o nos ayude incluso a levantarnos de la cama o a bañarnos, etc. Entonces, en una lesión física necesitamos cuidados y tiempo, también así para una lesión emocional importante, como lo es el duelo, requiere cuidados, tiempo y apoyo.
Es importante tener en cuenta que nuestros estados emocionales tienen una afectación biológica y se requiere que esto se regule poco a poco.
Si bien es cierto que han existido diferentes propuestas de elaboración del duelo, también es cierto que se ha avanzado en el conocimiento físico, emocional y psicológico de las personas durante dicho proceso. Algunas propuestas ya no son aplicables actualmente. Se requiere mucho tiempo y espacio para hablar de las nuevas propuestas y éste no es el medio, sin embargo, es importante mencionarlo para acercarse en los momentos sensibles a los métodos que nos den confianza y nos hagan sentido.
En este escrito compartiré cuatro “tips” a tener en cuenta para la elaboración:
- No todas las personas tenemos la misma tolerancia ante el dolor, tanto físico como emocional, de hecho una misma persona tolera diferente uno u otro. Ante el dolor emocional (que es del que hablamos), nuestro cuerpo puede resistirse a sentirlo y evitar, para ello puede recurrir a varias formas, ejemplo:
- Trabajando mucho
- Beber mucho alcohol o cualquier sustancia toxica
- Deja todo lo que usaba el ser querido que murió como si nada hubiera pasado
- Cambia repentinamente los muebles de casa
Entre muchas otras, las mencionadas son formas de no sentir. ¿En correcto? Claro, de hecho, no hay una forma “buena” o una “mala” de reaccionar, solo son diferentes, porque todos aprendimos distinto ante los problemas de la vida. Lo importante será: paso a paso, ir tolerando un poco del dolor ante la pérdida, al ritmo del doliente, hasta poder hablar abiertamente del tema, quizá sin emocionalidad (o muy poca), y llegar a hacer lo que requiera la persona al respecto, pero no evitar sentir.
- Dolientes: lo importante es escucharse a sí mismos, a sus necesidades, ya que las personas de alrededor en su buena intención de ayudarnos, en ocasiones hacen o dicen cosas que no nos hacen sentido, que no queremos hacer, o que no queremos decir, por ejemplo:
- Si murió un hijo: “tienes otros”, “ya te volverás a embarazar”
- En cualquier duelo: “ya no estés triste, tus lagrimas te hacen daño y no dejas ir a tu ser querido”
- “sal, no te quedes encerrada (o)”
- “pero, si tu decidiste divorciarte, no sé porque estas así”
- “tienes que llorar, anda, llora”
…Y un sinfín, de ejemplos que podría mencionar; entonces, estas frases muchas veces no nos hacen sentido, incluso pueden ser hirientes, por lo que lo importante es escucharnos y atender eso… claro que muchas veces lo que nos dicen si coincide con lo que yo quiero, pienso o necesito, ah!: entonces, ese es un gran momento para tomar esa ayuda, apoyo o acompañamiento que nos ofrecen, por ejemplo.
- “te escucho amiga (o), aquí estoy si quieres hablar o llorar”
- “si quieres ir al panteón y que nadie te vea o que nadie te diga que no llores, yo te acompaño, vamos”
- “si quieres, te ayudo con tu hijo (a), para que tu estés solita (o) y hagas lo que necesitas”
Es muy importante hacer lo que tú necesitas. Incluso en ocasiones algunos terapeutas proponen cosas para las que aún no estamos listos a realizar o no nos hacen sentido o no queremos, ejemplo:
- Escríbele una carta para que te despidas
- Ya tienes que tirar todas sus cosas para que empieces a olvidar
- Tienes dos opciones: o te hundes o sales
- Tienes que se valiente y tomar una decisión
…Y tampoco nos ayudan.
El trabajo de acompañamiento en el proceso, requiere ser sensible, cercano, confiable, respetuoso.
- Tener una mano solidaria, confiable, respetuosa… será una gran ayuda en nuestro camino de dolor. Puede ser un familiar, amigo, terapeuta, vecino, desconocido.
El camino del duelo se vive en nuestra individualidad y sucedió porque se rompió un vínculo importante para nosotros, y acompañado de otro vínculo podemos procesar, sanar, elaborar nuestro dolor.
- Al inicio de tu proceso de duelo, no visualices a futuro, no hagas planes a largo plazo, solo quédate en el día a día, pues lo importante es solo ver el hoy. No hay energía para más, pero sobretodo, no hay claridad de nada, y puede generarse mucha angustia, misma que en ese momento sumaría a la vulnerabilidad emocional… y no se requiere.
Citando a la Dra. Payás:
El camino del duelo no tiene respuestas como destino.
Al recorrerlo y avanzar, las respuestas se van develando.
El evento afecta en todos nuestros aspectos de vida: físico, psicológico, cognitivo, espiritual, emocional: en todas mis relaciones de vida.
Y lo más importante es cuidarnos a nosotros mismos, en todos los aspectos mencionados.
Sé que puede ser difícil escucharnos o atendernos, porque incluso en ocasiones, estamos tan aturdidos por el impacto del evento o la noticia que no sabemos qué hacer. Bien, entonces será poco a poco, y efectivamente, en un principio tal vez no sepas qué hacer y eso quizá sea lo importante: no hacer, solo sentir. Acompañados o en nuestro aislamiento y podrá ser el principio de respetarnos a nosotros mismos, a ti mismo (a).
Reyna Gómora
Tanatologa y Sexologa
044554363.4852