Desde julio del año pasado el público capitalino comenzó a observar la pugna de la izquierda en un esquema de división-estable, en la cual los actores políticos no se atacaban públicamente. Esto se profundizó con las campañas electorales y transitó rápidamente a un esquema de división-inestable, de alta confrontación pública.
PRD y MORENA se han mostrado de cuerpo completo; el clientelismo, la entrega de despensas, abuso de funcionarios, uso de programas sociales para la promoción electoral, espionaje político, rebase de topes de campaña, por decir algunos trapos sucios que entre ellos han sacado.
El resultado, una ciudad en la cual una fuerza política ya no define el rumbo por si sola. El PRD cuenta con 6 delegaciones, MORENA con 5, el PRI con 3 y el PAN con 2.
La asamblea tendrá a MORENA con 18 curules, el PRD 14, el PAN con 5 y PRI-PVEM con 3.
La Cámara de Diputados Federal tendrá a MORENA con 11 curules, PRD con 10 curules, el PAN con 3 y el PRI con 3.
A pesar que la disputa electoral prácticamente ha finalizado, los partidos de la izquierda, PRD y Morena, se encuentran en una disputa política donde las fuerzas pretenden el control de la ciudad.
El conflicto es fratricida, evidenciando la corrupción y anti ética de sus representantes; como antes se mencionó, la coalición de poder en la izquierda se encuentra dividida- inestable, lo que genera una gran movilidad de los actores políticos, luchando por espacios de poder al tope de sus posibilidades, que en el corto plazo no terminará.
MORENA, en voz de Martí Batres ha emplazado al Jefe de Gobierno a definir con quién gobierna, con el PRD o con su partido. Por su parte el PRD ha emplazado a Mancera a definirse perredista. El problema es que ninguno de los dos le ofrece una mayoría para gobernar.
Mancera no virará hacia uno u otro bando, simplemente no le conviene y tampoco ha demostrado la mayor habilidad para sortear estos conflictos estrictamente políticos. Sus niveles de aprobación son bajos. Sin embargo debe calmar a todas las huestes por medio de la aplicación de la ley.
Las urnas también enviaron un mensaje al Jefe de Gobierno, en las delegaciones los vecinos se cansaron del abuso y la corrupción. MORENA lo capitalizó, pero se encamina hacia el mismo rumbo, tampoco tiene delegados impolutos, se está viendo y el ejercicio del poder en este escenario de alta confrontación les generará desgaste.
Mancera debe responder a esa demanda ciudadana y aplicar el estado de derecho. Ser menos tolerante ante la corrupción y el abuso, de otra manera, la lucha fratricida de la izquierda por adueñarse de la ciudad terminará en el escándalo político, mismo que tendrá efecto en la vida diaria de los capitalinos.
El Jefe de Gobierno también tiene que poner la casa en orden, porque de lo contrario en el futuro vivirá su propia "Linea 12".
Rafael Solano.
Es Licenciado en Administración, con estudios de Maestría en Economía y Gobierno por la Universidad Anáhuac del Norte; miembro fundador de la Red de Servidores Públicos A.C. y JUPV aprender para ser mejores A.C., servidor público 2008-2012, es vecino de la Delegación Cuauhtémoc en el Distrito Federal.
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