Seguro que tienes muchas metas materiales y emocionales que quieres alcanzar. Pero mientras estás en el proceso, ¿practicas la empatía? Algunas veces vivimos el día a día tan enfocados en nuestras necesidades que ni siquiera nos paramos a ver a los demás. No está mal fijar toda tu atención en tus metas, siempre que no te olvides de quienes te rodean.
La empatía es una habilidad que te permite ponerte en los zapatos de los demás. Me puedes decir que en realidad no te es importante o que no te interesa ver la vida a través de los ojos de quienes conviven contigo. Es cierto que puedes tener metas e ideas distintas, pero no por ello debes olvidarte de ellos. Además, ser empático te da la posibilidad de hacerte entender mejor y comprender con mayor profundidad el mundo que te rodea.
Escuchar es la base de la empatía
Ya que la empatía se basa en ponerse en el lugar del otro, lo primero que necesitas es conocer su punto de vista. Uno de los grandes problemas que tenemos es que al conversar solemos ir creando respuestas en nuestra cabeza antes de tiempo. Entonces, llega el momento en que ni siquiera dejamos que el otro termine de hablar porque ya hemos “adivinado” lo que dirá y damos nuestra opinión.
La empatía requiere de más paciencia. Debes darte el tiempo de escuchar a la otra persona. Pero escucharla de verdad todo lo que dice y prestando mucha atención. Luego, cuando te toque hablar date tu tiempo para pensar bien lo que dirás. Es un ejercicio que se lleva algo de tiempo porque no estamos acostumbrados pero cuando lo tengas dominado habrás dado un gran paso.
¡Qué fácil es crearse una idea de cualquier cosa! Lo hacemos en todo momento y sin parar a preguntarnos nada. A esta costumbre súmale el hecho de que pasamos más tiempo enfocados en el teléfono o las redes sociales y te darás cuenta que vivimos en un mundo poco empático. ¿Por qué no paras un momento a ver lo que hay alrededor?, ¿has mirado a las personas que te rodean?, ¿tienes idea de lo que sienten, sueñan o quieren?
La empatía requiere de que te tomes un momento para detenerte y mirar lo que pasa a tu alrededor. Observa a las personas que pasan a tu lado y con las que convives. ¿Qué te dicen sus actitudes? Pregúntate lo que están haciendo y analízalos. Esto te permitirá entender a los demás sin necesidad de que te digan abiertamente lo que pasa por su cabeza.
Ve las situaciones desde el otro lado
Cuando tienes una discusión o simplemente no estás de acuerdo con otra persona lo más común es aferrarte a tu punto de vista. La siguiente vez que te pase, ponte en el lugar del otro. No va a ser fácil las primeras veces, pero la práctica te ayudará a superar el reto. Pregúntate: ¿cuáles son las razones de la otra persona?, ¿qué crees que pudo sentir o que está sintiendo?, ¿en qué miedos o dudas se basa la forma de actuar de la otra persona?
Verás que poco a poco estas preguntas te van a ayudar a entender las situaciones que vives. Es más fácil ir por la vida creyendo que nuestro punto de vista es el adecuado o el mejor, pero nos olvidamos que del otro lado también piensan eso. La empatía te permitirá ver que no tienes enemigos reales, sino solo ideas opuestas que se pueden conciliar con algo de esfuerzo y disciplina.
La importancia de ver un mundo más amplio
La empatía te da la capacidad de ver un mundo más completo y complejo. Quizás ahora te parezca poco útil pero la realidad es que vivimos rodeados de gente. Todas tus metas, sueños y miedos están basados en la convivencia con los demás. Por ello, aprender a ver el mundo a desde la perspectiva de quienes te rodean no solo te hará más sabio sino que te permitirá alcanzar más rápido tus objetivos.
Cuando eres capaz de entender a quienes te rodean puedes subirlos a tu barco y te ayudarán a lograr lo que quieres. Al mismo tiempo, tú puedes ser el factor de cambio en sus vidas. Lo cierto es que ir por la vida remando solo en la búsqueda de tus sueños es complicado pero ir acompañado hará el camino más llevadero.
Información:lamenteesmaravillosa.com