No hace falta renunciar a la pizza y las patatas fritas. Ni convertirse en un comedor compulsivo de zanahorias y brócoli. Según un estudio publicado en The New England Journal of Medicine, unos pocos ajustes en nuestra alimentación diaria nos pueden ayudar a vivir más años, sin convertir estos en un aburrimiento desde el punto de vista del placer gastronómico.
No hablamos de cambios drásticos. Según Mercedes Sotos-Prieto, directora del estudio y especialista en nutrición de la Universidad de Atenas (Ohio, EE. UU.), basta con cosas tan sencillas como cambiar una ración diaria de 120 gramos de carne roja o 40 de carne procesada por un puñado de nueces o legumbres.
Los autores del trabajo, en su mayoría científicos de universidades estadounidenses, analizaron los datos de 48.000 mujeres de entre 30 y 55 años, y de 26.000 hombres de entre 40 y 75. Durante doce años, estas personas respondieron a cuestionarios periódicos sobre su forma de comer, y los investigadores compararon sus respuestas con dietas que la ciencia ha probado útiles para incrementar la esperanza de vida.
Entre los sujetos analizados, 6.000 mujeres y 4.000 varones murieron durante el periodo de la investigación. Esto permitió establecer un vínculo entre la dieta y el riesgo de mortalidad.
Los datos demostraron que las personas que mantenían una dieta equilibrada basada en pequeños cambios como los citados arriba tenían entre un 9 y un 14 por ciento menos de probabilidades de morir que el resto. Cuando los participantes empeoraban su alimentación a lo largo de los doce años estimados, tenían entre un 6 y un 12 por ciento más de posibilidades de fallecer por diversas enfermedades relacionadas con el estilo de vida.
Según Sotos-Prieto, no es necesario autoimponerse una dieta muy rigurosa para vivir más y mejor. Solo tenemos que incluir una ingesta elevada de frutas, vegetales, granos integrales, nueces y guisantes, además de mantener bajo el consumo de carnes rojas y procesadas, dulces, refrescos, harinas refinadas...
Referencias:
Association of Changes in Diet Quality with Total and Cause-Specific Mortality. (2017). Mercedes Sotos-Prieto, Ph.D., Shilpa N. Bhupathiraju, Ph.D., Josiemer Mattei, Ph.D., M.P.H., Teresa T. Fung, Sc.D., Yanping Li, Ph.D., An Pan, Ph.D., Walter C. Willett, M.D., Dr.P.H., Eric B. Rimm, Sc.D., and Frank B. Hu, M.D., Ph.D. N Engl J Med 2017; 377:143-153July 13, 2017DOI: 10.1056/NEJMoa1613502
Imagen: 1001 Consejos