Miércoles, 24 Abril 2024
Viernes, 06 Mayo 2016 09:02

Pasan de escarceos a lanzar metralla

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Faltaban unos minutos para que llegara el caluroso jueves 5 de mayo de 2016.

Patrullas de Seguridad Pública y Tránsito Municipal se acercaron hasta la unidad habitacional La Ciénega, en las faldas del cerro de Loreto y Guadalupe, para confirmar que no había problema con la descarga de un tráiler a unas camionetas privadas.

Revisaron la documentación y la carga, y confirmaron que eran utilitarios, principalmente sombrillas, de la campaña de la candidata a la gubernatura, Blanca Alcalá. Al lugar arribaron dirigentes y militantes del Partido Revolucionario Institucional (PRI), quienes de inmediato en redes publicitaron el hecho en el que asumieron la posición de víctimas ante lo que calificaron como un acto autoritario de los cuerpos de seguridad.

Por minutos discutieron, llegó una grúa para impedir que movieran el tráiler y los priistas empezaron a trasladar los artículos y cargaron sus unidades recuperando la mercancía.

Cerca de la una de la mañana, con la presencia de ministeriales, dejaron de usar las redes sociales para difundir los hechos.

Habían rescatado lo que les interesaba y publicaron fotografías donde se veía vacío el tráiler que fue arrastrado a un corralón de la Fiscalía donde se encontraba hasta la noche de ayer.

También fueron asegurados dos choferes y una camioneta más, ellos fueron liberados este jueves.

Los priistas asumieron el hecho como un acto de intimidación para quitarles la propaganda que repartieron en el desfile del 5 de Mayo.

Aprovecharon la circunstancia para lanzar diatribas y hacer acusaciones contra la autoridad.

Al final recuperaron los bienes que, según se supo por copias de documentos, son donación de un empresario a la campaña de Blanca Alcalá.

El Ayuntamiento de Puebla, autoridad directamente involucrada porque intervinieron sus policías, envió ayer por la tarde un comunicado en el que explica los hechos que provocaron enojos y arrebatos entre la cúpula del PRI.

“El día de ayer, aproximadamente a las 23:00 horas, durante un recorrido de vigilancia cotidiano por parte de elementos de la Policía Municipal, sobre la Diagonal Defensores de la República, a la altura de la Avenida Tecnológico, se detectó a varias personas descargando mercancía de un tráiler hacia otros vehículos.

“Mientras los elementos policiacos llevaban a cabo el debido proceso, de acuerdo a reglamento, solicitando la documentación respectiva para constatar la legalidad de la mercancía y de la maniobra de descarga, arribaron al lugar alrededor de 60 simpatizantes del Partido Revolucionario Institucional, encabezados por una persona que se identificó como el diputado Pablo Fernández del Campo, acompañado del C. Edgar Chumacero, quienes obstaculizaron el protocolo de revisión, con la finalidad de que se realizara el traspaso de mercancía del tráiler a los demás vehículos.

“Cabe subrayar que de manera indebida y sin haber acreditado la legítima procedencia de la mercancía y de su descarga, los individuos se llevaron el material con rumbo desconocido, a pesar de los reiterados señalamientos de la policía municipal de respetar el debido proceso, dejando abandonado el tráiler y un vehículo que fueron remitidos a la Fiscalía del Estado”.

El hecho por su magnitud puede parecer intrascendente, pero no lo es porque el ambiente de la campaña se tensa todos los días.

Están dejando a un lado las acusaciones mediáticas y las denuncias penales y ante las instancias electorales, para amenazar y llegar a actos de violencia, como los que se dieron ayer durante el desfile cuando los activistas del PRI destruyeron propaganda y arrebataron sombrillas a la gente que de buena fe las recibía, para romperlas, en un ejemplo de ira no contenida que en cualquier momento se puede desbordar y llegar a la violencia física.

En alguien debe caber la prudencia para evitar que la sangre llegue al río.

La sociedad poblana no es afecta a ese tipo de confrontaciones y ha castigado con decisiones silenciosas a sus autores.

Quienes insistan en la provocación pueden resultar no las víctimas sino los verdugos y en ese sentido ser derrotados ampliamente en las urnas.

Faltan 30 días para las elecciones, pero si insisten en escalar la guerra sucia, que reflejan a toda hora en las redes sociales, todas las partes sufrirán pérdidas.

Un día después de las elecciones, el seis de junio, Puebla necesita estar unida, los tiempos y los retos lo exigen.

La historia tiene lecciones de una sociedad polarizada que detuvo el crecimiento de la entidad dos sexenios y eso es lo que menos queremos ahora los poblanos.

Los líderes y sus partidos tienen la palabra.

 

De las anécdotas que se cuentan

Ernesto Echeguren concertó la cita entre Fernando Morales y el reportero.

Era el otoño de 2005 y el hijo del exgobernador derrochaba y presumía plenitud y riqueza.

Al sexenio de su padre, en el que fue uno de los principales beneficiarios económicos, le sumaba la fortuna de ser un encumbrado marinista que estaba en una posición envidiable, al empezar el sexenio, para mantener sus privilegios: poder y dinero.

Si para conseguirlo tuvo que denostar a su familia, en especial a sus tíos, no lo dudó, lo hizo.

La lealtad de Fernando era para el gobernador Marín no para los que llevan su mismo apellido.

Creado en el poder al fin, era susceptible de comentarios y críticas periodísticas que lo incomodaban.

Esa tarde presumió su influencia y cercanía con Mario Marín.

Como ejemplo afirmó que Rafael Moreno Valle no iba a ser senador y ya sabían los marinistas que tenía una propuesta del Partido de la Revolución Democrática para ser candidato ciudadano.

Si lo hacía, prometió, lo iban a echar del PRI y jamás sería gobernador.

Fernando se equivocó.

Si bien Moreno Valle, a quien tanto detestaba, no fue candidato priista a la Cámara Alta porque un Morales se le atravesó: Melquiades, fue nominado por Acción Nacional no por el PRD y ganó por contundente mayoría.

Cuatro años después rindió protesta como gobernador de Puebla.

Al empezar el sexenio actual Fernando Morales construyó un puente hacia el morenovallismo y por ello ahora juran que lo van a echar del PRI.

Él se resiste a aceptarlo, ¿se volverá a equivocar el hijo de Melquiades?

Pronto lo sabremos.

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Twitter: @fercrisanto

Imagen de: Archivo Google

Fernando Crisanto

Soy reportero desde hace 37 años

Twitter: @fercrisanto

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