Adriana Xóchitl Ortiz Rodríguez, quien ha sido trasplantada dos veces de donadores vivos, es maratonista de alto rendimiento y ha obtenido medallas para México en competencias internacionales.
Adriana Xóchitl tenía sólo 16 años de edad cuando recibió el diagnóstico de insuficiencia renal, por lo que en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco se le realizó el trasplante de un riñón que amorosamente le donó su madre.
Luego de 21 años, requirió de un nuevo trasplante y éste se realizó en la misma dependencia en 2016, con resultados exitosos.
La paciente destacó la importancia de fomentar la cultura de la donación, pues son miles las personas que están en lista de espera de un órgano.
Afirmó que su mamá aún tiene una buena calidad de vida y su segunda donadora, una prima hermana, trabaja normalmente después de la cirugía, mientras que ella ha tenido una vida normal.
“Con estudios, sí, con tratamiento médico y con hábitos sanos, porque no es nada más el trasplante y ya me voy. Para mí lo que sigue es realizarme en lo laboral, deportivo y familiar; me fortalecen mis metas y el dar un buen ejemplo de la calidad de vida que puede tener un paciente trasplantado”, dijo.
Ganadora de medallas para México en competencias internacionales, su próxima participación será en Londres, Adriana Xóchitl es una persona doblemente beneficiada por donador vivo, pero sabe que muchas otras no tienen la misma suerte, por lo que, asegura, cuidarse es una forma de dar las gracias.
“Tenemos que cuidar el riñón trasplantado por amor, por amor a quien sacrificó el suyo y se puso en riesgo, porque cualquier cirugía es riesgosa; por amor a ellos tenemos que cuidarnos, por agradecimiento", dijo.
"Yo pienso que con el simpe hecho de verte bien, das las gracias, pero si la persona ve que no te cuidas, que ya dejaste todo, pues dice ‘¿de qué valió que yo me fuera a someter a una cirugía si no se iba a cuidar’”, aseveró.
El titular de la División de Nefrología y Trasplantes del Hospital de Especialidades, adscrito a la dependencia, Eduardo González Espinoza, dijo que trasplantarse dos veces fue para la paciente la oportunidad de reincorporarse a una vida normal.
Si bien el primer riñón donado tuvo una buena función durante más de dos décadas, llegó un momento en el que el cuerpo de Adriana Xóchitl ya había generado anticuerpos contra ese órgano, por lo que fue necesario reintervenirla.
Explicó que los riñones trasplantados tienen un promedio de vida y en este caso los anticuerpos sensibilizaron a la paciente ante una nueva intervención.
“Se le realizó un tratamiento conocido como ‘desensibilización’ y afortunadamente se pudo llevar a cabo un trasplante que evoluciona perfectamente, con un riñón que depura, orina y tiene una química dentro de los parámetros normales”, apuntó.
Por su parte, la deportista destacó la importancia de fomentar la cultura de la donación, porque son miles las personas que se encuentran en lista de espera de donante cadavérico.
Hablar con la propia familia y tomar la decisión de salvar una o muchas vidas después de la muerte, es para ella un acto de amor al prójimo que todos los seres humanos deberían tener.
“A quienes están viviendo un proceso similar al mío, les digo que cuenta mucho la actitud que tomamos hacia la enfermedad. Se trata de ir de la mano del médico, porque tendemos a culparlos a ellos, pero también somos responsables de nuestra enfermedad”, dijo.
Respecto al apoyo del IMSS, indicó: “Yo pienso que un agradecimiento sería poco. Tengo en total 27 años con la enfermedad y se me ha dado todo, se me ha dado una buena calidad de atención médica, de enfermería, una gran calidad de vida”.
Información:Notimex
Imagen: Sanar.org