La seguridad pública es la prioridad en el gobierno de Tony Gali como se comprometió el primer día de su mandato y ayer ratificó que en el caso de los “huachicoleros” y la violencia desatada, concretamente en Quecholac, no dará un paso atrás.

La estrecha coordinación entre el estado y la federación prevalece desde el pasado uno de febrero.

En la mesa de trabajo está planteado, como una posibilidad, el establecimiento del Estado de Excepción, que contempla la Constitución General de la República en su artículo 29.

La idea legal de fondo es que los estados deben contar con mecanismos especiales para la adopción de medidas urgentes en situaciones de crisis.

De acuerdo con especialistas del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM “se trata de una figura que evoca la tesis de los ´poderes extraordinarios´ ante situaciones excepcionales que, en la práctica, suponen una suspensión de la vigencia del derecho –en principio– para salvar al derecho mismo.

“En los hechos, si nos atenemos a la experiencia comparada, por lo general, el poder ejecutivo adquiere un predominio temporal sobre los otros poderes y obtiene potestades especiales con las que no cuenta en los periodos de normalidad constitucional”, explica el investigador Pedro Salazar Ugarte.

El robo de combustible de los ductos de Petróleos Mexicanos empezó aproximadamente hace 8 años y fue creciendo hasta generar la crisis que hoy se vive no sólo en el triángulo rojo sino en todos los municipios poblanos aledaños a la autopista Veracruz-Puebla-México, incluida la capital.

Esta semana ha sido trágica y en momentos demencial para el estado por hechos condenables como la agresión a una familia precisamente de Quecholac, que fue atacada por criminales la madrugada del martes con consecuencias como la muerte de un niño de dos años, la violación de su madre y su hermana de 14 años y una golpiza al padre, que es ingeniero agrónomo y está ajeno a las bandas de huachicoleros.

Lo peor se dio el miércoles por la noche cuando utilizando como escudo humano a la población, los delincuentes dispararon contra elementos del Ejército que iban por ellos y mataron a dos, sin que pudieran defenderse porque tienen la orden de no lanzar un disparo en contra de la población civil.

Más tarde hubo más agresiones, la peor a las 22 horas que dejó como saldo 2 militares más y seis civiles muertos en la refriega. Además de 11 soldados y un policía heridos. Entre los civiles fallecidos hay un menor de edad y que 14 personas fueron detenidas y llevadas a la Fiscalía de Justicia donde iniciaron de inmediato las carpetas de investigación y les tomaron sus declaraciones.

Aseguraron vehículos, dos de ellos camionetas blindadas de fábrica, y fuerte armamento. En el Operativo Palmarito participaron 600 elementos, entre integrantes del 55 Batallón, de la 25 Zona Militar y de las Policías Militar y Estatal. El gobernador Tony Gali fue explícito al señalar que no sólo se dará un paso atrás en la lucha y combate contra los huachicoleros, tampoco se detendrán los operativos por más que la población empezó a presionar desde ayer con un bloqueo a la autopista Puebla-Orizaba en el tramo Palmarito Tochapa para exigir el retiro del Ejército de la zona y la entrega de sus detenidos, que ellos dicen son desaparecidos. “Esa presencia delictiva está envenenando a familias y a niños. Al supervisar el operativo veíamos al frente a niños y mujeres como escudo de estos cobardes. Valdría la pena que los familiares de estos niños y jóvenes piensen si por un recurso económico vale la pena que los arriesguen a morir”, precisó el gobernador.

“Los operativos van a continuar de manera más frecuente”, señaló para que no haya duda que las autoridades estatales y federales van en serio en contra de las bandas criminales que se dedican al robo de combustible porque están erosionando el tejido social hasta generar esta crisis en la que involucran a la población en las agresiones contra militares.

Afirmó que su prioridad es reconstruir el tejido social, a través de acciones como las Caravanas de Progreso, que llevan servicios y acciones en materia de seguridad, educación, salud y Protección Civil a las siete regiones del estado.

“No nos temblará la mano para seguir salvaguardando a los poblanos. Actuaremos siempre apegados a la ley y al Derecho”, declaró en rueda de prensa.

Por ello se discute si es necesario, en estos momentos, declarar un Estado de Excepción en varios municipios poblanos.

Considerado como un mecanismo contemplado en la Constitución en caso de que el Presidente considere que existe alguna situación extraordinaria como; catástrofe natural, perturbación grave del orden interno, guerra exterior, guerra civil, invasión, o cualquier otro peligro considerado gravísimo, con la finalidad de afrontarlo adecuadamente.

En entrevista, Joaquín López Dóriga le preguntó ayer sobre esta posibilidad a Tony Gali, quien insistió en que hay coordinación con el gobierno federal y depende de éste tomar la medida. Informó que investigan a presidentes municipales y empresarios que pueden estar coludidos, y su gobierno no renunciará a los operativos de los cuerpos de seguridad en la lucha contra los huachicoleros y los intereses millonarios que los impulsan.

Puebla exige seguridad y la autoridad está comprometida a garantizarla, por eso “ni un paso atrás”.

De las anécdotas que se cuentan

Fue en una reunión de Seguridad Pública convocada por el gobernador Rafael Moreno Valle, dónde el entonces comandante de la XXV Zona Militar, el General Marco Antonio Guerrero, planteó la posibilidad de establecer el Estado de Excepción en Puebla como una medida extrema pero eficaz para evitar que la población fuera utilizada como escudo de las bandas criminales contra los operativos militares y policiacos.

Se escuchó la propuesta pero las autoridades civiles lo descartaron, porque en ese momento consideraron que no existía una crisis a pesar del crecimiento extraordinario del fenómeno.

La decisión fue que en Puebla no se aplicaría el Estado de Excepción.

El General Guerrero dejó en claro que tampoco la tropa iba a usar sus armas contra la población civil.

Esta orden se cumplió el pasado miércoles por la noche, pasadas las 20 horas, los militares fueron sacrificados por los criminales que estaban detrás de un escudo humano.

Así cayeron los primeros dos efectivos del Ejército Mexicano.

La crisis está ahí, Palamarito Tochapa es apenas un botón.

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