Los priistas enfrentan grandes dilemas.
Uno de los suyos ocupa la Presidencia de la República, pero se sienten fuera del poder tanto que no recaerá en ellos la decisión de los candidatos importantes en las elecciones de 2018. Desean mantenerse como fuerza mayoritaria, pero hay indicios de que perderán posiciones y podrían quedar en tercer lugar en las preferencias electorales. Se forjaron en el poder, lo mantienen pero bases y mandos medios están desplazados.
Viven en medio de contradicciones.
Por ejemplo, un subsecretario del gobierno federal, Juan Carlos Lastiri llevó a cabo ayer un acto político para promover sus aspiraciones como candidato al gobierno de Puebla y volvió a los viejos esquemas del acarreo, los lunches, la presión a los alcaldes y delegados federales para que pagaran la movilización y llenaran un recinto donde planteó su objetivo de recolectar miles firmas para exigir al Comité Ejecutivo Nacional del PRI consulta a la base como método de selección del candidato a Casa Puebla.
Posición que por cierto comparten 89 priistas, que han tenido cargos directivos y puestos de elección popular, quienes públicamente fijaron su posición y exigieron una elección abierta y consulta a las bases, para designar a un candidato presidencial “limpio” rumbo a 2018.
Lastiri Quirós está muy lejos de quienes critican en los hechos al Presidente Enrique Peña Nieto porque el poblano sigue cobrando en su nómina pero coinciden en sus demandas.
¿Qué priistas tienen la razón? ¿Los peñistas que piden consulta en sus estados o los “críticos de café” que exigen que sea electo por las bases el candidato presidencial?
Convocados por la expresión Alianza Generacional, los 89 priistas insistieron que el próximo candidato presidencial sea producto de una elección abierta y que no tenga en su historial antecedentes de malos manejos.
José Ramón Martell, ex integrante del Comité Ejecutivo Nacional, afirmó:
“El tema número uno es consulta directa a la base, abierta a militantes y simpatizantes. No a los candados que limiten la posibilidad de que tengamos un perfil de alguien que cumpla con la demanda de los ciudadanos: un candidato honesto y honorable”, dijo el ex diputado federal.
Los priistas inconformes plantearon las siguientes exigencias rumbo a la Asamblea Nacional del PRI y los comicios presidenciales de 2018:
No al dedazo; elección de candidato presidencial por consulta abierta a militantes y simpatizantes; exigir que no tenga antecedentes de corrupción; garantizar honestidad probada; castigo a priistas corruptos y vinculados con el crimen organizado; sanción inmediata, no cuando dejen cargos, estén prófugos o sean aprehendidos; fin a compadrazgos y amiguismos; atender a la militancia priista donde hubo derrotas; rechazar decisiones de gobierno que afecten la economía familiar; y revisar políticas sociales y económicas que han fracasado.
Lo más seguro es que cn estos puntos no concuerde el poblano Lastiri y comparta la posición de su dirigencia nacional que los descalificó con un burlón “son críticos de café”.
La corrupción es un tema base de su discurso: “(El PRI dice) 'nunca habíamos visto tantos ex gobernadores en proceso o en prisión' y no alcanzo a entender si lo decimos para presumir que estamos luchando contra la corrupción o para decir que es una pequeña muestra porque tenemos muchos gobernadores corruptos”, señaló Jaime Santoyo, ex secretario de Gobierno de Zacatecas.
“Si tenemos tanto gobernador preso o en proceso, más bien debería darnos vergüenza. ¿Por qué dejarlos hasta el final, casualmente, cuando ya terminaron y se escaparon? ¿Nadie se había dado cuenta de la corrupción que había en Chihuahua y Veracruz?”, recriminó.
De acuerdo con los testimonio de priistas presentes, plantearon que, tras los comicios del 4 de junio, la dirigencia tricolor no debe pecar de triunfalista e incluso reconocieron que en el Estado de México buena parte de los votos obtenidos por otros partidos provienen de militantes priistas.
“El millón 200 mil votos que tuvo Juan Zepeda ¿de dónde lo sacó? Son de militantes nuestros que están molestos”, comentó Ivonne Ortega, ex secretaria general del PRI, quien ayer fue hstgada en las redes sociales y lo denunció.
Los reproches fueron lanzados ante al secretario técnico del Consejo Político Nacional, Ernesto Gándara, designado por el dirigente del PRI, Enrique Ochoa, para coordinar reuniones previas a la Asamblea Nacional.
“No estamos ajenos a nada de lo que sea dicho y compartimos esa inconformidad con situaciones que se han dado”, dijo el senador tras escuchar los reclamos.
Preparándose para la Asamblea Nacional de agosto en la que fijarán reglas y lo más probable es que preparen el camino para el candidato que designe el Presidente Peña Nieto y se pongan obstáculos a otros que quieran aspirar, especialmente Manlio Fabio Beltrones, quien no se descarta que esté detrás del grupo crítico, advirtieron de riesgos.
Entre las intervenciones tuvo claras intenciones la de Filiberto Alfaro, ex líder estatal del PRI en Sonora, quien pidió cerrar el paso a la apertura de puertas que permitan que el PRI postule a la presidencia a alguien ajeno al partido.
“Uno de los temas a discutir son los requisitos para candidaturas; particularmente, a la Presidencia de la República. Se habla de que hay cierto interés de que el PRI postule a un panista, quitar ciertos candados y derechos de la militancia para abrirlo y que sea un candidato PRIAN, que sea un panista pero postulado por el PRI”, señaló el operador de Beltrones.
Y lanzó la amenaza: “Hay que tener mucho cuidado con eso porque en realidad lo que puede pasar es que el priismo histórico se alíe con Morena”, y bajo advertencia no hay engaño.
Los priistas están inquietos, molestos y preocupados, no quieren que el Presidente Peña designe candidato presidencial y menos aceptan una alianza con el PAN, sin decirlo por su nombre mandaron sus dardos contra el panista Rafael Moreno Valle.
La disidencia seguirá creciendo al interior del priismo que está perdiendo lo institucional y de lo revolucionario ni se acuerdan.
Hoy pelean con todo, en una larga noche de cuchillos largos, por el partido y por el poder y eso si saben cómo hacerlo.
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Imagen de: Gabriel Torres Espinoza
