Aristóteles alguna vez diría: “Somos lo que hacemos repetidamente”. Los seres humanos, a pesar de la época en que vivimos y el cúmulo de experiencia que tenemos después de siglos de existencia, no somos diferentes a los que nos antecedieron. Las grandes civilizaciones de antaño, la persa, la misma griega, la romana y otras antes de éstas, desaparecieron y casi todas por lo mismo. Uno de los motivos comunes tiene que ver con el menosprecio de la dignidad y la santidad de la Familia. La que siempre ha sido la base de la sociedad. Así lo establece el escritor e historiador de reconocido y probado prestigio por sus estudios de las civilizaciones, Eduardo Gibón. Su obra; “El Declive y Caída del Imperio Romano” que es un clásico de la literatura universal, no de las tiendas de autoservicio, ni de las que venden de todo, hasta desayunos, establece como una de las cinco causas comunes para que ocurra el desmoronamiento de las grandes civilizaciones y culturas que nos antecedieron. Siendo la Romana, la última.
Hoy, este deterioro se señala y se nombra como el daño al “tejido social”. Daño que los seres humanos le causamos. Como siempre. Así hemos sido, destruimos nuestro medio ambiente a pesar de que nos vaya la vida en ello. Así seremos. El cambio en el ser humano no se ha dado y no se dará. La rebeldía humana, la ponderada y mal entendida, promovida, criticada y atacada, algunas veces factor de bienestar para las naciones, es parte del motivo por el cual no se dará el cambio. Siempre ha habido quién se rebele a algo. A lo que sea. Incluso a algo que un día se pensó que era lo correcto, lo decente, lo bueno por hacer. En cierto momento la persona se rebela por lo que sea.
Hace años se consideraba que la mariguana era buena. Luego mala. Ahora se pretende legalizar su venta alegando que es buena. ¿Quién tiene la razón? El padre Eduardo Hayen de Ciudad Juárez comentó en cuanto al tema y dice: “En la medida en que la sociedad legalice el mal, se va a ir destruyendo la comunidad”. Interesantes y descriptivas palabras del padre, quien está consciente porque sabe que existe el bien y también existe el mal. Existo lo bueno y lo malo. El padre se basó en su experiencia diaria al tratar con las personas que atiende en su “refugio” para personas que tienen problema con la droga. El padre, como muchos de nosotros, no puede entender que se pretenda legalizar la venta de una yerba que fumada, ocasiona muchos de los problemas que él combate. Problemas que viven las personas y que tienen que ver con la naturaleza humana. La misma que ha destruido siempre las civilizaciones, las sociedades. Las que primero desarrolla y luego las destruye. Ese es, El Meollo del Asunto.
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