La elección del cinco de junio próximo en Puebla presentará una mayoría femenina como propuesta para gobernar el estado: Blanca Alcalá, Ana Teresa Aranda y Roxana Luna.
Por primera vez en la historia de la entidad se presentan con esa fuerza de género ante dos aspirantes que juntos sumarán cientos de miles de votos: Tony Gali Fayad y Abraham Quiroz Palacios.
Será una campaña corta, de dos meses que empieza el 3 de abril y concluye el uno de junio.
Sesenta días en los que Blanca Alcalá, con los colores del PRI-Verde, tratará de convencer a los poblanos que es la mejor opción en este momento para que su partido regrese a Casa Puebla, posición que perdió de forma estrepitosa hace seis años.
Ana Teresa Aranda en su calidad de candidata independiente -todo indica que las autoridades electorales le darán su registro, lo que sucederá en las siguientes semanas- más que ganar la gubernatura de Puebla, buscará la revancha y hacerle daño al gobernador Rafael Moreno Valle, a quien le tiene encono personal porque le ganó la nominación del PAN hace seis años.
Roxana Luna Porquillo, consiguió la madrugada del 12 de marzo que una docena de sus compañeros del Comité Ejecutivo Nacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD) la designaran su candidata pese a tener 11 votos en contra y la impugnación de las corrientes Foro Nuevo Sol, Galileos y Nueva Izquierda, por considerar que se violaron una vez más los estatutos.
Luna se registrará esta semana ante el Instituto Electoral del Estado (IEE), pero corre el riesgo de que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) dé marcha atrás a su designación que se hizo con la ausencia del presidente nacional, Agustín Basave, y de la secretaria general de su partido, Beatriz Mojica. Roxana Luna renunció a su secretaría en el CEN perredista minutos antes de que la designaran candidata y el Tribunal había desechado su registro para serlo.
Más allá de las situaciones jurídicas, como la que espera Aranda para tener el registro y que el TEPJF confirme a Luna, en este momento hay tres mujeres perfiladas para ser candidatas al gobierno del estado de Puebla.
Sus campañas les darán un toque especial a las elecciones de este año, porque las tres por estrategia tendrán como adversario, más que a Gali, al gobernador Rafael Moreno Valle.
Por ejemplo, la priista Alcalá Ruiz, reconoció ayer como “necesaria” la Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres para Puebla, y declaró que hoy en día se vive una crisis de violencia en contra del sexo femenino.
Expuso que la Comisión de Derechos Humanos (CDH) en el estado se ha tardado en solicitar la alerta que tiene como fin prevenir feminicidios. “Me parece que sí. Yo considero que sí es necesaria. A las mujeres debemos ponerlas en primer plano y esto significa que hay que atender todas sus problemáticas. Y la violencia contra las mujeres hoy es una realidad en Puebla”, expuso.
Para Alcalá las mujeres serán su prioridad en su búsqueda del gobierno.
Hasta ahora Adolfo López Badillo de la Comisión de Derechos Humanos y el Fiscal General, Víctor Carrancá, han establecido que no se requiere aún solicitar la alerta de género porque no todos los homicidios de mujeres cumplen la condición de odio que caracteriza a los feminicidios.
Por su parte, Aranda, una y otra vez endereza sus críticas y acusaciones contra el gobierno del estado al que considera el responsable de todos los problemas que enfrenta la entidad y hasta ahora no se ha escuchado una oferta sobre qué hará en caso de ganar la gubernatura o por lo menos para qué quiere ser Ejecutiva durante 20 meses.
Luna se desempeñó como diputada federal entre 2012 y 2015 y ocupó la cartera de Movimientos Sociales del Comité Ejecutivo Nacional del PRD. Entre 2014 y 2015 participó y organizó los actos de protesta por el operativo de desalojo por parte de la Policía Estatal en la Autopista Puebla-Atlixco de los pobladores de San Bernardino
Chalchihuapan, quienes bloquearon por varias horas esa vía terrestre. Por llamadas telefónicas filtradas, se supo después que uno de los líderes de su corriente le dio línea a la hoy candidata para que usara el fallecimiento de un menor para golpear al gobierno de Puebla.
Más que ganar la gubernatura, la perredista va para evitar que el sol azteca fortalezca la propuesta al gobierno de Moreno Valle. Por ejemplo: una de sus pocas propuestas es la liberación de lo que considera presos políticos, como si no existiera una Fiscalía General y un Poder Judicial que actuarán de forma independiente.
Ni ganando la gubernatura podría cumplir su promesa.
En su activismo mantiene una crítica permanente al gobernador y no se ve que vaya a cambiar.
Por lo pronto, tendrá que defender su nominación y conseguir su registro para arrancar campaña el 3 de abril, sólo que la poca estructura que tiene el PRD en el estado de Puebla es la que han construido durante años los que hoy la impugnan.
Las mujeres no se amedrentan con los retos, y ser gobernadora de Puebla es políticamente el mayor que tienen hasta ahora quienes se dedican a la política.
Más allá de los resultados y la respuesta que tengan de los electores, Alcalá, Aranda y Luna están haciendo historia en Puebla.
Las mujeres hoy son protagonistas.
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