Un grupo de empresarios mexicanos creó una “biopiel” basada en polisacáridos o azúcares obtenidos del bagazo de agave azul, la cual se coloca a manera de parche y permite tratar quemaduras de segundo y tercer grado, facilitando el proceso de curación.
Michael Sullivan Barrera, director comercial de la innovadora empresa Bioimplants, dio a conocer que el agave fue elegido por sus características, tales como la resistencia a altas temperaturas al momento de someter el producto a la esterilización y la capacidad natural de sus azúcares para mantener la humedad. Además, esta planta endémica de las zonas áridas presenta las propiedades requeridas para tratar esta clase de heridas.
En cuanto a la fabricación de los parches, el emprendedor detalló que, a partir de un cuarto de piña del agave se pueden obtener mil implantes dérmicos de cinco por siete centímetros. Lo anterior se logra reduciendo la materia prima a un gel, y después se somete a deshidratación por liofilización. Una vez concretado este proceso, se obtiene material microporoso de color carne, que puede moldearse según se desee.
“Para pacientes con quemaduras se diseñan en forma de hojas de cinco por siete centímetros; sin embargo, según el tamaño de la herida pueden unirse una por una y ajustarse como se desea. El material simula una malla que al injertarse permite en ella el crecimiento de las células del paciente; al provenir del mismo ADN del individuo dañado, el tejido se regenera con un color similar al que siempre ha tenido”, indicó Sullivan Barrera.
Los parches previenen la deshidratación de la piel causada por la quemadura y están diseñados para personas con heridas de segundo y tercer grado, consideradas las más graves. Debe tenerse en cuenta que la silicona se libera automáticamente en el día 18 después de la colocación, mientras que la malla se convierte en parte de la piel.
Cuando existe daño en las capas profundas de la piel, el organismo no puede formar tejido cicatricial porque no tiene una estructura para que las células crezcan y formen la piel nuevamente. “El cuerpo humano solo requiere un tipo de ”andamio” para que las células se adhieran a él, nuestros implantes brindan ese soporte“, dijo el también maestro en administración de negocios.
Actualmente, la biopiel se encuentra en proceso de obtener una patente y ya ha sido probada en animales con resultados prometedores. Por el momento, los investigadores buscan obtener el permiso de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) para iniciar ensayos clínicos.
Vía: La Jornada
Imagen: Disevil.com