Fue la noche del martes pasado que las partes llegaron a un acuerdo y sin tomarlo como una rendición personal, de proyecto y menos de ideales, Eduardo Rivera Pérez aceptó mantenerse en Acción Nacional y buscar nuevamentela presidencia municipal de la capital poblana.
El morenovallismo tasó en un principiomuy alto ceder la posición y quería todo, desde nominar a casi toda la planilla de regidores, amén de que apuestan a tener mayoría con perredistas, panalistas, y el resto de partidos afines, y a los principales funcionarios del gabinete de Rivera, quien tiene amplias posibilidades de ganar una vez más la elección en la capital.
Lejos de escuchar el canto de las sirenas, el expresidente municipal no olvidó los agravios, no sé si los perdonó, del pasado reciente y de que querían verlo sin patrimonio y hasta en la cárcel que no cedió a las primeras propuestas.
No se conocen exactamente los términos de la negociación final, pero rindió la plaza a todo lo que demandaba el morenovallismo, que hoy se sabe lo necesita no sólo para limar asperezas y mostrar unidad al interior del PAN, sino lo impensable lo requiere para ganar las elecciones de gobernador y el resto de los puestos en juego.
Eduardo Rivera se convirtió en un factor determinante y aprovechó para estirar la liga y no permitir que se rompiera.
Su primera respuesta fue ayer en las redes sociales cuando en un video afirmó que sigue de “pie y fortalecido”, por lo que desde el PAN será parte de un proyecto incluyente y que represente una alternativa.
Intervinieron distintos protagonistas, en especial Ricardo Anaya, Rafael Moreno Valle y los grupos afines con un objetivo ganar en Puebla las elecciones del uno de julio, lo que se le complicaba a un panismo dividido y confrontado.
Ahora Martha Erika Alonso y Eduardo Rivera juntos, son una pareja ganadora.
El mensaje de Lalo Rivera se dio a través de su cuenta de Twitter (@eduardorivera01), medio en el cual publicó un vídeo en el que agradece que actores políticos, iglesias, el movimiento de candidatos independientes, asociaciones civiles y académicos, el apoyo y el diálogo que le mostraron.
“Para mí lo más fácil sería abandonar el barco, pero convencido de que la Puebla que queremos es posible, que hay que trabajar duro por ella, por nuestros hijos y por nuestras familias, seguiré dando la batalla en Acción Nacional.
“Quiero representar a través del PAN, una alternativa de cambio responsable para Puebla (…) No me rindo, sigo de pie y fortalecido para construir contigo la Puebla y el México que queremos. ¡Hacerlo será un gran honor!”, refiere el ex munícipe.
Con este mensaje claro y contundente arrancó su campaña para que la Angelópolis se mantenga como un gobierno panista y quien mejor que él, quien mostró talento, congruencia y vocación de servicio, no por algo es actualmente el político mejor calificado por los poblanos para regresar.
En esta historia ser victima del morenovallismo también funcionó a su favor.
Esa es la parte de riesgo, si alguno no cumple o se obstina por perjudicar al otro, al final van de la mano rumbo al triunfo el uno de julio próximo.
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