El Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán” ha obtenido resultados satisfactorios del trabajo realizado en la Montaña de Guerrero con niños que presentan condiciones de desnutrición de alto riesgo, por medio del suministro de suplementos alimenticios a través de Prospera y de la medición de peso y talla, como parte de la estrategia instrumentada por la Cruzada Nacional contra el Hambre.
El doctor Abelardo Ávila Curiel, investigador del INCMNSZ e integrante del Comité de Expertos de la Cruzada Nacional contra el Hambre, consideró, sin embargo, que debe insistirse en lograr una buena integración de todas las instituciones de gobierno para enfocar sus acciones, primero, en el territorio y, luego, en los individuos.
Hay que buscar que estas intervenciones sean un modelo estándar de trabajo y no una excepción por contingencias, para que todo lo que se hace disminuya la desnutrición infantil a través del mejoramiento del acceso a la alimentación saludable y suficiente.
Tras participar en el Seminario Universitario de la Cuestión Social, con el tema Cruzada Nacional contra el Hambre, efectuado el miércoles 17 de junio en el auditorio “Jesús Silva Herzog”, del edificio de posgrado de la Facultad de Economía de la UNAM, en Ciudad Universitaria, donde dio a conocer los resultados del Modelo Integral de Atención al Desarrollo Social Comunitario, la Nutrición y el Neurodesarrollo Infantil (MIDECONN), el investigador enfatizó:
“Es necesario buscar mecanismos de desarrollo comunitario para abatir la pobreza; integrar circuitos de producción de alimentos, de desarrollo económico, de mejoría del empleo, de vivienda, de servicios en las viviendas, de oferta educativa, de educación para los adultos, de atención humanitaria del parto, en fin, de articular todo el quehacer gubernamental hasta lograr la confluencia entre lo que la población demanda y lo que ofrecen las instituciones.”
Consideró que un gran auxiliar en esta labor es el Sistema de Focalización del Desarrollo (Sifode), que tiene un avance del 95 por ciento en su instrumentación, al contener información detalladísima de la población en condiciones de pobreza, la cual debe traducirse en atención a las carencias detectadas y en la integración de la información respectiva en materia de salud y nutrición.
TIENEN QUE COMPLEMENTARSE LAS MEDICIONES DE INDICADORES
Respecto a las mediciones que se realizan de los indicadores de carencias, el investigador mencionó que es una satisfacción que a nivel internacional se reconozcan los avances logrados, como hizo la FAO recientemente, y en lo interno el Coneval hace una buena medición, pero enfocada a las condiciones de pobreza.
“Es importante que haya otro tipo de mediciones, enfocadas a la calidad, porque el acceso a la educación no es igual a una educación de calidad, como tampoco la afiliación al Seguro Popular es equivalente al derecho a la salud ni a una oferta de calidad y de servicios accesibles”, agregó.
El Coneval, precisó, hace lo que tiene que hacer, pero debe tenerse presente que su trabajo es a nivel macro y debería complementarse con la medición multidimensional de los microindicadores.
La visión de integralidad se construye poco a poco, y muestra de ello, concluyó, es que en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán” tiene 50 años trabajando en ella.
Información de: sedesol.gob
Imagen de: Sedesol.gob