El Presidente Donald Trump declaró ayer domingo que México es “magnífico” y que está dispuesto a trabajar con sus vecinos más cercanos, e incluyó a Canadá.
El contexto fue que ratificó su promesa de campaña de renegociar el Tratado de Libre Comercio (TLC) con México y Canadá durante una de sus primeras apariciones en la Casa Blanca.
Un día antes, el sábado a menos de 24 horas de su toma de posesión y decididas a frenar la “guerra” contras las mujeres, más de dos millones de ellas marcharon en la capital estadounidense, Washington, y en centenares de ciudades en todo Estados Unidos en lo que se convirtió al final del día en una protesta contra las políticas discriminatorias del presidente Trump.
La “marcha nacional de mujeres”, que incluyó 617 marchas y protestas en la Unión Americana, se convirtió en una movilización mundial cuando cientos de miles en unos 60 países, como México, Inglaterra, Francia y Australia, se sumaron en señal de solidaridad.
Inédita actitud del pueblo estadunidense por la rapidez y el número que tomó las calles y las plazas públicas para resistir a un Presidente que apenas se sentaba en el Salón Oval de la Casa Blanca. Mujeres, negros e inmigrantes protestaron contra la discriminación que promueve Trump en lo que es el anunció de tiempos de divorcio entre el gobierno entrante y la sociedad que atenderá.
Trump confirmó que se reunirá con el Presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, el 31 de enero, y con el Primer Ministro canadiense, Justin Trudeau, para comenzar a discutir, entre otras cosas, el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, al que responsabiliza por la pérdida de empleos en Estados Unidos. “Vamos a comenzar a renegociar el TLC, la inmigración y la seguridad en la frontera”, insistió al comienza de una ceremonia para juramentar al personal de la Casa Blanca. Adelantó más como una amenaza que como una promesa: “creo que vamos a tener un buen resultado para México, Estados Unidos, para todos los involucrados, es realmente muy importante”, sonrió. Hasta el momento líderes políticos y empresas alrededor del mundo siguen de cerca las palabras de Trump para encontrar pistas de cómo traducirá su retórica proteccionista en políticas públicas. En su discurso inaugural del viernes como sus comentarios posteriores demuestran que no sostiene la tradicional ideología republicana de apoyo al libre comercio. El sábado pasado, el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, informó que Peña Nieto, a quien llamó de “Primer Ministro”, lo que confirmó que no nos conocen ni les interesa nuestra organización ni sistema y por lo tanto no la respetan, visitará la Casa Blanca para reunirse con Trump el 31 de enero. En esa visita los dos líderes hablarán de comercio, inmigración y seguridad, agregó el ahora portavoz de la Casa Blanca. La Presidencia mexicana informó en un boletín que el sábado Peña Nieto habló por teléfono con Trump, a quien felicitó por su toma de posesión y expresó la voluntad de trabajar en una agenda que beneficie a ambos países. Una de las promesas-amenazas de su campaña fue la construcción de un muro en la frontera con México para frenar la inmigración ilegal hacia Estados Unidos. Según el empresario y ahora nuevo Presidente ese muro será pagado por los mexicanos. Spicer explicó que el mandatario estadounidense también habló el sábado por teléfono con Trudeau, con quien mantuvo una conversación en la que ambos acordaron fijar un encuentro durante los próximos días.
Ante un escenario presente y futuro tan adversos para quienes no comparten las políticas ni la posición de que “Estados Unidos es primero” de Trump, su elección ha servido como un “llamado a la acción” para defender el avance de las mujeres, especialmente cuando éste ha prometido luchar contra el derecho al aborto y no apoya un aumento al salario mínimo.
Estamos en un momento difícil de la historia no sólo del vecino país sino de buena parte del mundo que está vinculado económica y políticamente.
Lo más seguro es que no le creemos que México ese “es magnificó” y menos que los resultados de la revisión del Tratado de Libre Comercio serán benéficos para los mexicanos.
Porque eso sí, ya lo advirtió: si no hay cambió a favor de ellos se retirarán y en el corto plazo afectará a toda la República. El tiempo lo confirmará.
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