Aún recuerdo cuando mi mamá me decía: “hija en tu vida, te toparas con gente que te va querer y con la que hará lo contrario”, cuando me comentó esa frase tenía aproximadamente 8 años, siendo sincera no le tome mucha importancia vivía en mi mundo rosa, donde en mi mente y percepción todo era perfecto.
En muchos aspectos de mi vida pase por un sinfín de sucesos (buenos, malos o regulares) que me marcaron y me enseñaron aspectos de la vida.
En ese inter, como seguramente tú que me estás leyendo (gracias) estuve a punto de tirar la toalla, pero gracias a Dios y principalmente a mi mamá eso quedó en el hubiera.
¿A qué voy con mi introducción?
Ya sé parece que no tiene sentido pero créeme que sí. Cuando no tire la toalla tomé un curso donde me explicaron muchas cosas de mi personalidad y del mundo, situaciones que conocía pero que nunca le he querido dar importancia, incluso a mis 34 años sigo en ese mood.
Total pasó el tiempo, alguna vez platicando con una amiga y mi mamá tocamos el punto de la envidia, egolatría, soberbia y demás aspectos de la personalidad que algunas personas tienen. Lo tomé como casualidad, tal vez por conveniencia, aunque la verdad nunca me ha gustado clasificar así a la gente:
Si hay un Dios, también un diablo.
Si hay un lado luminoso, también uno oscuro.
Si hay gente buena, también mala.
La verdad sé que no todo es color pastel, que muchas personas no siempre te van a desear el bien, pero nunca había querido definir así a la gente o más bien aceptar del todo que alguien cercano o no a mi deseara el mal, incluso a mis seres queridos (familia).
Hace unos días con una amiga y una persona que conocí, me estuvieron platicando algunas cosas que no entendía. Por supuesto nada pasa por casualidad, sí por causalidad y creo que esas platicas me llevaron a lo que les contaré de forma breve.
¿Existe la envidia?
Por supuesto que existe, aunque como lo comenté no había querido entrar en exageraciones hasta que me di cuenta de algunos detalles por situaciones que ocurrieron que platiqué a mi mamá y amiga. Justo en ese momento Dios me puso en el camino correcto, no quiere decir que no lo esté, la verdad lo creo pero digamos que va llegar el río y se va llevar aquello que no lo hace fluir.
Entré en una etapa muy fuerte, algunas circunstancias no se me dieron, parecía que sí y de pronto algo sucedía y se iba abajo. La verdad llegué al punto de creer que no era capaz, que algo malo tenía en mi experiencia personal y profesional, que a todo el mundo le pasa pero, ¿tan seguido?
En fin, mi mamá y amiga, ambas en diferentes palabras mismo concepto me dijeron que tal vez alguna energía me estaba bloqueando, creo mi cara dijo todo, porque ambas me respondieron de forma inmediata que no era una servidora.
En fin para no hacerles el cuento largo, mi mami comentó que un familiar estaba yendo a ver a alguien especialista en esos temas. La verdad antes estaba un poco escéptica, pero algo me dijo ve.
Llegó el día y fui a ver a esa persona que me dio mucha confianza y más porque no es la típica que ves en la calle con millones de collares, turbante y demás producción que produce todo, menos confianza (hablo por mi).
Cuando entre a verla, juro que nunca adivinarías que se dedica a ello. Me senté le conté mi caso y efectivamente me dijo que me estaban bloqueando en muchos aspectos y por eso estaban pasando algunas circunstancias en mi vida, que no era yo, pero si consecuencia de ese trabajo.
Curiosamente ella me volvió a decir, aunque a veces no guste aceptar, pero en verdad existen las personas malas. Me puso un ejemplo muy claro: “estaba una luciérnaga rondando a una persona, a esa persona le molestaba que estuviera volando cerca de ella, pero no por el sonido sí por la luz que emite. Para solucionar ello, ¿qué hizo?, la aplastó. La persona que estaba a lado de ella le preguntó por qué lo hizo, ella le comentó porque me molestaba”.
Después de eso me dijo, lo mismo pasa contigo tienes ciertas características muy buenas que a algunas personas pueden llegar a molestarles, eso no es algo que estés provocando, pero sí que alguien más y por eso algunas personas podrán percibir ello e incluso te tacharán de algo que no eres, pero sólo quienes te conocen saben perfectamente quién eres.
Mi reacción fue de sorpresa, gratitud y tranquilidad, es en serio, si me brindo una paz que en verdad espero algún día sientan o estén sintiendo. Me dijo aunque a veces uno quiera combatir cierta energía con buena vibra y oraciones, en algunos casos (como el mío) necesitas ayuda.
Me dijo no toda la gente es buena y mucho menos ante alguien que brilla mucho más de la cuenta, la envidia no mata, pero si bloquea. Afortunadamente tiene solución.
Tengan cuidado
A veces muchos de nosotros tenemos la costumbre de no clavarnos en lo malo, pero si ven que algo no está saliendo como esperan, más de tres veces por decirlo de alguna manera, no estaría mal que vayan con alguien que les inspire confianza y recibir esa ayuda que todos en algún momento necesitamos.
No significa que con esto me voy a volver la mujer más desconfiada del planeta, aún sigo creyendo que somos más los buenos que los no tanto. Siempre he dicho que cada persona tenemos una historia y no sé que los haya llevado a ser así, pero espero encuentren esa paz que necesitan para que vivan y dejen vivir.
De mi parte seguiré siendo como soy, no cambiaré porque como alguna vez lo dije, cuando lo haga será para ser mejor porque así lo quise. Esto me puso algo muy claro: NUNCA ME DARÉ POR VENCIDA, PORQUE SÉ QUE ALGO BUENO VIENE, LO PRESIENTO.
NO QUISE SABER QUIEN O QUIENES ME/NOS QUIEREN HACER DAÑO, ¿POR QUÉ?, PORQUE LO UNICO QUE ME IMPORTA ES QUE MI FAMILIA Y YO ESTEMOS BIEN.