“Si no sabemos hacia dónde vamos, terminaremos en cualquier otro lugar”.
Yogui Berra (beisbolista),
HORIZONTE INCIERTO: En la economía, en la política, en el deporte, en la vida misma, encontramos situaciones que no podemos manejar, ni predecir. Un huracán, un terremoto, el costo final de una obra mal planeada, una lesión, un asalto, un mal gobierno, etc. Son escenarios de falta de certeza, de incertidumbre, pues. Son situaciones en las que no se pueden calcular probabilidades precisas o asignar una distribución de probabilidades lógicas a los resultados posibles.
En estos casos, falta información suficiente para estimar los posibles resultados o las probabilidades asociadas a ellos. Por ejemplo, en momentos de cambios políticos imprevistos o eventos inesperados que afectan a la economía (la pandemia, una guerra), puede existir una gran incertidumbre sobre cómo se desarrollarán los acontecimientos y cuáles serán sus efectos económicos.
El término suele confundirse con el concepto de “riesgo”. Solo que aquí encontramos situaciones en las que es posible calcular probabilidades y asignar una distribución de ellas a los posibles resultados. En otras palabras, el riesgo implica que se conoce la gama de resultados posibles y las probabilidades asociadas a cada uno. Por ejemplo, al invertir en acciones, se pueden calcular las probabilidades de obtener ciertos rendimientos basándose en el rendimiento histórico del mercado.
Un ejemplo específico de un período económico dominado por la incertidumbre fue la crisis financiera mundial que comenzó en 2008. Esta crisis fue desencadenada por la crisis hipotecaria en Estados Unidos y se propagó a nivel mundial, provocando una gran incertidumbre en los mercados financieros, con bancos en quiebra, rescates gubernamentales y una profunda recesión económica. La pandemia generó un entorno parecido, solo que cada país “mató las pulgas” a su manera, en muchos, la incertidumbre persiste.
¿Sabe alguien el costo verdadero de las megaobras del sexenio?, incertidumbre. ¿Sabe alguien por qué el Banco de México no baja las tasas de interés al mismo ritmo que la FED en Estados Unidos y provoca una supervaloración del peso engañosa e inducida que solo hace que aumenten las importaciones (baratas) y encarezcan los productos internos?, incertidumbre.
¿Sabe alguien en qué consiste una transformación soportada por la deuda pública, la depauperación de las clases medias, el desmoronamiento del sistema de salud y la militarización sin resultados?, incertidumbre.
¿Sabe alguien por qué los precios suben aceleradamente y rebasan, día con día, a la “inflación oficial”, medida con la fórmula más neoliberal que existe?, incertidumbre.
¿Sabe alguien por qué no tenemos un sistema de salud como el de Dinamarca?, incertidumbre.
GOBIERNO, ¿MITIGA O GENERA INCERTIDUMBRE?: En este contexto, el papel del gobierno adquiere una relevancia fundamental para mitigar los efectos negativos de la incertidumbre en la economía. El gobierno puede y debe de implementar políticas fiscales y monetarias adecuadas para estabilizar la economía, fomentar la inversión y promover el crecimiento económico en tiempos de incertidumbre. Asimismo, el gobierno puede intervenir para proteger a los sectores más vulnerables de la sociedad y garantizar la equidad en momentos de crisis económica.
Además de su papel en la gestión de la incertidumbre económica, el gobierno también debería desempeñar un papel crucial en la creación de un entorno favorable para la inversión y el desarrollo económico a largo plazo. Esto puede implicar la implementación de reformas estructurales, la mejora del clima empresarial, la promoción de la educación y la formación profesional, y la inversión en infraestructuras cruciales para el crecimiento económico sostenible.
En la "era de la incertidumbre", el gobierno también puede desempeñar un papel importante en la regulación y supervisión de los mercados financieros para prevenir la aparición de burbujas especulativas y crisis sistémicas. Asimismo, el gobierno puede intervenir para corregir desequilibrios económicos y promover la estabilidad financiera a través de medidas como la regulación de los bancos, la supervisión de los mercados de valores y la gestión de crisis financieras.
INCERTIDUMBRE GENERA CRÍSIS: Cuando todo esto no ocurre es señal de que se avecina una crisis. Sin excepción, todas las fases históricas de revaluación injustificada del peso, como la actual, han desembocado en crisis, poco ortodoxas, según los monetaristas, pero bien reales.
¿Cuáles son las señales?: La deuda pública se incrementa (ahora hasta 50% en lo que va del sexenio) porque la captación fiscal disminuye al haber menos causantes y menos circulante, ¿alguien ha medido la masa circulante desde 2018? Bueno, no se ha movido, ni siquiera en la pandemia, en cambio, se ha incrementado brutalmente en Europa y Estados Unidos, precisamente para evitar una crisis por el lado de la demanda.
El gasto público se exacerba, los programas sociales y las obras públicas que no generan producción provocan el uso ineficiente de los recursos de todos y su incierta recuperación. ¿alguien piensa que con 30 pasajeros y recorridos parciales de un tren que requiere 8 mil pasajeros diarios va a ser rentable?
La población se empobrece, el desempleo y el subempleo aumentan, de la mano de los hechos delictivos. Pues sí, estamos en la Época de la Incertidumbre.
Si a eso le agregamos la incertidumbre política, legal y judicial, el caldo de cultivo está espesando para un período aun más crítico que el actual.
Curiosamente, el contraveneno es la medición del riesgo, la elaboración de escenarios posibles y factibles para contrarrestar la incertidumbre. Si no sabemos cuál va a ser nuestro ingreso mensual, no compremos una pantalla de 80 pulgadas. Si no sabemos cuál va a ser la política de migración del próximo gobierno norteamericano, no apostemos nuestro crecimiento a las remesas.
Y aunque regularmente no hacemos análisis de riesgos con metodología académica, sería bueno considerar pros y contras de cada una de las propuestas de los miles de candidatos y de su posición de incertidumbre, de riesgo y de su consecuente crisis.
DE FONDO: Frank H. Knight ofrece un panorama claro y accesible sobre la diferencia entre incertidumbre y riesgo, en su obra "Risk, Uncertainty, and Profit" (Riesgo, incertidumbre y beneficio), señala que el riesgo se refiere a situaciones donde se pueden asignar probabilidades objetivas a los resultados, mientras que la incertidumbre implica la ausencia de información suficiente para asignar probabilidades. Su trabajo ha sido fundamental en la comprensión de la importancia de la incertidumbre en la toma de decisiones económicas.
DE FORMA: Más recientemente, John Kenneth Galbraith, uno de los economistas liberales más reconocidos, exploró cómo la incertidumbre y la falta de información asimétrica pueden influir en el comportamiento de los agentes económicos y en la estabilidad de los mercados. En obras como "La sociedad opulenta", “La era de la Incertidumbre” y "Economía nueva", Galbraith discutió sobre la importancia de regular y gestionar la economía para evitar crisis y desigualdades. ¿Algún candidato conocido conoce a estos autores o sus fundamentos?
DEFORME: Para que vean como funcionan los “programas sociales”: México ocupa el lugar número 130 en el índice de corrupción de Transparencia Internacional, que incluye 180 países, donde el número 1 es el menos corrupto (Dinamarca y su nunca igualado Sistema de Salud). De acuerdo al puntaje, más del 70% de los mexicanos percibe, siente o padece algún grado de corrupción (sobre todo en los gobiernos). Sin embargo, el 55% de los compatriotas -sobre todo los beneficiarios de dádivas condicionadas- piensa que la gestión gubernamental (calificada de “corrupta” por ellos mismos), está bien llevada. “No le hace que sean corruptos, si me dan mi piscachita” … ni más, ni menos.