“Dona sangre. Dona ahora. Dona a menudo”, una acción altruista que salva vidas”
La necesidad de una transfusión puede surgir en cualquier momento, tanto en zonas urbanas como rurales, debido a enfermedades o emergencias, y el hecho de que no haya sangre disponible podría ser causa de muerte.
Una base estable de donantes regulares, voluntarios y no remunerados permitiría garantizar un suministro fiable y suficiente de sangre no contaminada. Este grupo sería más seguro, debido a que tiene menor prevalencia de infecciones transmisibles por la sangre.
Para hacer conciencia sobre esta forma de salvar vidas, el 14 de junio se celebra el Día Mundial del Donante de Sangre, y este año la campaña se centra en ofrecerla durante las emergencias: “Dona sangre. Dona ahora. Dona a menudo”.
En la última década, los desastres naturales han provocado más de un millón de víctimas mortales, mientras que las personas afectadas anualmente por emergencias superan los 250 millones, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Por ello, esta campaña destaca la función que cada uno puede desempeñar para ayudar a otras personas a través de la donación de sangre, y la importancia de hacerlo de manera periódica para contar con una reserva suficiente antes de que se requiera.
La transfusión es un procedimiento que consiste en hacer pasar cierta cantidad de sangre de un individuo a otro, y se utiliza como apoyo de varios tratamientos médicos, aunque muchos pacientes que la necesitan no pueden acceder a tiempo a ella.
Cada año, en el mundo se realizan 112.5 millones de donaciones de sangre, de las que 47 por ciento corresponden a los países de ingresos altos, que representan menos de 19 por ciento de la población, según cifras de la OMS.
En los países de ingresos altos, el grupo de pacientes transfundidos con mayor frecuencia es el de las personas de más de 60 años de edad, con 79 por ciento del total, quienes requeren este procedimiento principalmente en apoyo de cirugías cardiovasculares, trasplantes, traumatismos masivos y en el tratamiento de tumores malignos sólidos y neoplasias sanguíneas.
Mientras que en las naciones de ingresos bajos y medios suelen utilizarse más en el tratamiento de las complicaciones relacionadas con el embarazo, el paludismo infantil, con la anemia grave o por traumatismos.
Además, aproximadamente 50 por ciento de esas donaciones corresponden a los países de ingresos bajos y medios, que representan 80 por ciento de la población del planeta. La tasa media de donaciones es nueve veces mayor en los países de ingresos altos que en los de bajos y medios.
Cada país debe asegurarse de que sus existencias de sangre sean suficientes y no estén contaminadas por el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), de hepatitis u otras infecciones que pueden transmitirse a través de las transfusiones.
Este año, además del tema “Dona sangre. Dona ahora. Dona a menudo”, el país anfitrión del evento del Día Mundial del Donante de Sangre 2017 es Vietnam, a través de su Instituto Nacional de Hematología y Transfusión de Sangre (NIHBT).
El objetivo de la campaña es garantizar el suministro de sangre a través de la donación periódica por voluntarios no remunerados, a fin de que muchos pacientes que la necesiten puedan acceder a tiempo a transfusiones seguras.
Sólo se puede asegurar un suministro suficiente de sangre no contaminada mediante la donación regular por voluntarios no remunerados, que son los que tienen la menor prevalencia de infecciones transmisibles por la sangre.
Al respecto, la OMS insta a los países a elaborar sistemas nacionales de transfusiones basados en donación voluntaria y a trabajar para alcanzar la autosuficiencia en el suministro.
A nivel internacional, en 2013 un total de 74 países informaron de la recolección de más de 90 por ciento de su suministro de sangre de donantes sin pago; de ellos, 57 países obtuvieron 100 por ciento de los voluntarios.
Las extracciones en los centros de sangre varían en función de los ingresos de los países. Un total de 83 millones de unidades se recoge en unos 10 mil establecimientos repartidos en 168 naciones.
La media de donaciones anuales por centro es de 15 mil en los países de ingresos altos, en comparación con las tres mil 100 en los de ingresos medios y bajos.
En México, el porcentaje de donadores altruistas es de tres por ciento y el resto se obtiene de familiares o amigos de un paciente; o sea, es el país prototipo de Donación Familiar y No Altruista, de acuerdo con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Aun cuando cada año se incrementa el número de donantes en México, sigue siendo muy bajo, en comparación con países donde casi 100 por ciento son altruistas.
Debido a la importancia de reforzar una cultura de donación altruista y eliminar tabúes y atavismos en torno a ésta, en México las universidades y los medios de comunicación se suman al sector salud con campañas para incentivar a la población.
El IMSS cuenta con 66 bancos de sangre, siendo el volumen de captación anual de 711 mil 429 unidades, aunque, acorde a la OMS, se debe contar con cantidades adicionales para cubrir contingencias, como terremotos y erupciones volcánicas, entre otros eventos naturales.
En 2015, el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) registró 116 mil 975 donaciones en 44 bancos de sangre y 41 servicios de transfusión.
En tanto, la Cruz Roja Mexicana cuenta con varios centros de donación en territorio nacional, como en Los Mochis, Sinaloa; Torreón, Coahuila; Tapachula, Chiapas; Uruapan, Michoacán; Irapuato, Guanajuato; Reynosa, Tamaulipas; Tijuana, Baja California, así como en la Ciudad de México.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, cada año se reciben en el mundo 108 millones de unidades de sangre, mientras que en México, el Centro Nacional de la Transfusión Sanguínea reporta diariamente casi cinco mil donaciones.
Para sumarse a salvar vidas a través de la donación, los pasos a seguir son: tener entre 18 y 65 años de edad, presentar una identificación oficial, acudir en ayuno mínimo de seis horas, realizar una dieta baja en grasas dos días antes del procedimiento y tener un peso mínimo de 50 kilogramos.
El donador también debe haber dormido mínimo seis horas y no haber padecido enfermedades infecciosas como hepatitis, paludismo, fiebre reumática o de transmisión sexual; no haberse realizado tatuajes o perforaciones en el último año y, en el caso de las mujeres, no estar embarazada ni lactando.
Respecto del proceso, el voluntario se registra y pasa a un área en donde una enfermera le toma sus signos vitales, peso y altura; después le hacen un análisis para corroborar que sea apto para donar, y de salir positivo se inicia el procedimiento.
De acuerdo con el sector salud, la cantidad de sangre que se extrae es entre 400 y 450 mililitros por persona, y un solo donante puede beneficiar hasta cinco pacientes pediátricos.
A menudo se prescriben transfusiones sanguíneas a pesar de la existencia de tratamientos alternativos simples y seguros que pueden resultar igual de eficaces; y en consecuencia, se expone a los pacientes a un riesgo innecesario, pero cuando es requerida, se debe tener disponible y a tiempo.
Información :Notimex
Imagen: El Heraldo de San Luis Potosi