Los pacientes con cáncer de pulmón de células no pequeñas (CPCNP) sometidos a tratamientos personalizados con base en pruebas de marcadores moleculares combinado con medicamentos tienen mayor supervivencia, revela un estudio.
Se le denomina marcadores a ciertas sustancias producidas por las células (cancerosas o no) en cantidades mayores a las normales en respuesta a las afecciones del organismo, incluidas las alteraciones cancerígenas, explicó el maestro en Ciencias, Horacio Astudillo.
Los marcadores se pueden encontrar en la sangre, la orina, la materia fecal, en el tejido de tumores, en otros tejidos y en líquidos del cuerpo de algunos pacientes con cáncer, detalló en un comunicado el especialista en Genética y Biología Molecular.
En estudios recientes se emplearon estos marcadores para detectar la presencia de tumores en algunos patrones de expresión genética y cambios en el ADN o mutaciones, uno de ellos se ubica en la pared o membrana de las células de los pulmones, puntualizó Astudillo.
“Ahí el llamado factor de crecimiento epidérmico (EGF) y su receptor (EGFR) normalmente están ligados al proceso de crecimiento y proliferación de las células”, explicó el especialista.
“Pero cuando el receptor (EFGR) se expresa en cantidades mucho mayores, se relaciona con cáncer de pulmón”, agregó el también director de Laboratorios Nanopharmacia Diagnóstica.
El especialista explicó que la proteína cinasa de linfoma anaplásico (ALK) participa en la formación de células; sin embargo, si presenta mutaciones aumenta el desarrollo de células cancerígenas, por lo que es importante detectarla para aplicar un tratamiento.
En ese sentido, Astudillo destacó que México cuenta con un innovador panel molecular denominado “ProdiGIO”, con el cual el oncólogo identifica la variedad o tipo de alteración genética del paciente con CPCNP, además detecta otras mutaciones (HER2, ALK y PD-L1).
“Al Identificar y distinguir mediante pruebas moleculares la presencia de uno u otro marcador genético (EFGR, ALK, HER2 o PD-L1) podemos definir subgrupos, es decir darle nombre y apellido al cáncer de pulmón”, explicó el académico.
“Con base en ello, se permite a los oncólogos tomar decisiones informadas y seleccionar el fármaco específico que el paciente necesita”, añadió.
El cáncer de pulmón es la cuarta causa de muerte en México, la segunda en hombres y octava en mujeres, al tiempo que entre 80 a 97 por ciento de los mexicanos con esta enfermedad mueren el mismo año en que fueron diagnosticados, de acuerdo con especialistas.
Información:Notimex