Cualquiera que ha perdido a una persona que significaba todo para él/ella, sabe que no sólo se siente como si alguien te estuviera golpeando justo en el corazón, en algún momento hasta podríamos llegar a perder la cabeza. Es cuando los sentimientos se apoderan y nos impulsan a enviar mensajes de texto al ex, beber tequila, y dejar el trabajo, porque "nada importa si no tengo a alguien para compartirlo".
La buena noticia es que no es el fin del mundo y en realidad hay una razón científica de por qué tomamos este tipo de decisiones terribles justo después de una ruptura, y es que todo tiene que ver con las hormonas que están corriendo por su sistema durante este tiempo emocional . Irónicamente, son la misma cantidad de hormonas que te hacen increíblemente feliz mientras estás enamorándote.
Perder al amor de tu vida cambia la composición química del cerebro, en primer lugar, entendamos que la angustia realmente duele. Se han demostrado que la actividad normal en el cerebro cambia cuando las personas han sido recientemente “dejadas”, y eso se registra en algo físico.
Esto provoca la liberación de hormonas del estrés cortisol y adrenalina, dando lugar a todo tipo de síntomas físicos, como náuseas, dificultad para respirar, y se debilita el músculo del corazón en lo que los médicos llaman síndrome de Takotsubo.
Investigadores de la Universidad de Rutgers, observaron a cinco hombres y diez mujeres que estaban pasando por esta etapa, aún estaban "intensamente enamorados", entraron en una máquina de resonancia magnética y miraban fotos de su ex. Eso suena literalmente como el peor tipo de tortura, pero el objetivo es fascinante ya que dieron una visión nueva para los científicos, proporcionado nuevos datos a la neurociencia.
De hecho, los análisis mostraron que su actividad cerebral era muy similar a la de un adicto consumiendo cocaína. Y es que el enamoramiento es muy parecido a estar enganchado con las drogas. Cuando estás enamorado de alguien, se activan las neuronas de gratificación en el cerebro, y esto provoca la liberación de la hormona llamada dopamina, que nos hace sentir bien.
El problema con la dopamina es que siempre deja a tu cerebro con ganas de más, aquí es donde entra esa sensación de obsesión. Eventualmente nuestros cerebros caen en un patrón más estable cuando estamos en una relación, con finalidad de obtener su impulso de dopamina, pero cuando a esa persona de pronto se va lejos de ti, deja tu cerebro luchando por un poco más.
Debido a que el sistema de gratificaciones es una de las regiones más primarias de nuestro cerebro, terminamos haciendo cosas locas para incrementar nuestra dopamina. Al final del día, nuestro cerebro va a tener que ”reconectarse” para superarlo, investigadores aseguran que toma un promedio de tres meses.
En el lado positivo un estudio nos afirma que nuestro cerebro está cableado para seguir adelante y se demostró que el paracetamol ayuda con el dolor físico, al igual que el apoyo social. Y, aunque no lo crean, realmente ayuda a seguir adelante más rápido.
Así que no te sientas tan mal por reaccionar un poco loco mientras todavía te estás recuperando del dolor de ser rechazado, ya que no se puede luchar contra la biología.
Información:muyinteresante.com.mx