Entre reformas y contra reformas eléctricas, los gobiernos de una administración y otra, han sabido esconder sus verdaderos propósitos, muy distantes por cierto de lo que realmente beneficia al consumidor, ya sea industria o ciudadano común, pueblo pues… les cuento.
1. La energía más cara es la que no se tiene.
2. El mejor servicio de suministro de energía es el que provee la energía en dónde y cuándo la necesitas.
3. La gestión eficiente del suministro para que no se vea interrumpido es de quién garantiza la reparación inmediata y que asume los costos, sin cargárselos al ciudadano, incluso los daños a aparatos electrodomésticos por una sobrecarga.
4. La energía más barata es aquella cuyo costo de producirla es el más bajo y además su producción no altera en mucho al medio ambiente.
5. Para un país con más de 33 millones de hogares, más de 2 millones de empresas, más de 5 millones de comercios, más de 200 mil escuelas y miles oficinas públicas y privadas; se requiere energía limpia y barata, pero sobre todo sin interrupciones y sin sobrecargas.
6. La energía más barata es la que emplea las nuevas tecnologías:
- Eólica
- Solar
- Agua de mar
- Procesamiento de residuos sólidos (quema de basura)
La más cara:
- Agua de presas (dulce)
- Gas
- Combustóleo
- Carbón
En ese orden…
7. El gobierno tiene plantas de generación de energía caras.
8. El gobierno no tiene $ para invertir en nuevos proyectos de energía limpia y barata, bueno, en realidad si tiene, pero prefiere invertirlos en otros proyectos o programas sociales.
9. La iniciativa privada tiene los recursos para invertir, generar, distribuir, comercializar energía limpia y barata.
10. El gobierno tiene el monopolio de la distribución y de la comercialización (cables e infraestructura conductora).
Conociendo lo anterior, podemos concluir que una verdadera reforma energética sería:
Dejar que los particulares, ciudadanos e iniciativa privada inviertan en generación de energía.
Que el gobierno tenga la rectoría de la práctica de generación, distribución y comercialización bajo reglas de competencia libre, clara y antiabusos (si el gobierno desea competir que sea en igualdad de circunstancias).
Que haya subsidios justificados mediante estudio socioeconómico de cada familia.
Si quieren “devolver la electricidad al pueblo”, que dejen que el pueblo en su máxima expresión (particulares, empresas y gobierno) se encuentre en libertad de elegir generar, comprar, distribuir, comercializar energía; sí y solo sí sea limpia y barata.
Cualquier cosa distinta a lo anterior, es un engaño, una tomada de pelo y una jugada de control político electoral perverso.
Convoco a alguien con sentido común me indique si estoy en lo correcto o me equivoco. Tengo paciencia, bueno más o menos