La protesta social es espontánea y se manifiesta en redes sociales, declaraciones, manifestaciones, e incluso bloqueos y paros en calles, carreteras y autopistas; los actos orquestados para cometer vandalismo son delitos flagrantes -delincuencia organizada, robo y saqueo- que merecen castigo para quienes los incitan y los ejecutan.
El aumento de más del 20 por ciento en las gasolinas y el diésel que se anunciaron el pasado 27 de diciembre y a los que se sumaron alzas en energía eléctrica y gas LP a principio del año propiciaron un enojo generalizado en la población de todo el país.
Sin importar el nivel social, clase o grupo al que pertenezcan los comentarios en corto y públicos de los mexicanos lamentaron la decisión y criticaron a sus autores: el gobierno federal.
Tan es así que el propio Presidente Enrique Peña Nieto aceptó que fue un aumento “doloroso”, pero “necesario” para las finanzas y los programas sociales del país.
El coraje se ha expresado todos estos días de enero en las redes sociales y arrancando el año con bloqueos a gasolineras y estaciones de distribución de Petróleos Mexicanos. El primer lunes del año empezaron los bloqueos en carreteras y autopistas, para el martes los saqueos y amenazas al comercio organizado.
Quienes participaron en estos hechos dieron la cara e hicieron declaraciones explicando el porqué de su protesta y qué pretenden, lo principal echar marcha atrás al megagasolinazo.
Hasta anoche, jueves 5 de enero, se habían contabilizado actos delictivos contra 370 comercios afiliados a la Asociación nacional de tiendas de autoservicio y departamentales (ANTAD) en el todo país.
Puebla se sumó ayer a esta lista con 12 robos y saqueos a comercios que dejaron 33 detenidos y una ciudad dominada por el pánico y paralizada comercialmente la mayor parte de la tarde y noche, en una fecha especial como la que antecede al 6 de Enero.
El primer hecho condenable y del que la Fiscalía General del Estado debe dar información más detallada sobre el detenido y sus cómplices para castigar a los autores por el saqueo de una tienda de autoservicio en la 11 sur y avenida Las Torres.
Los hechos ocurridos a las cuatro de la tarde, que fueron advertidos con anticipación en redes sociales, se cometieron y después se generaron acciones y amagos de repetir el acto delincuencial en otras plazas como Periplaza y Centro Sur que quedaron en intentos por la presencia policiaca, sólo en 11 más cumplieron su cometido.
A la par de operativos de elementos de seguridad, empezaron a correr rumores y versiones.
Pronto se sembró el pánico entre los poblanos y los comerciantes con matriz fuera de Puebla empezaron a bajar sus cortinas y las plazas cerraron, incluso gasolineras y comercios del centro ante las versiones de posibles agresiones prefirieron en una fecha de excelentes ventas ir a casa antes que ser víctimas de la delincuencia.
El transporte público empezó a dejar de circular ante el temor de padecer el vandalismo y los taxis fueron pocos ante la demanda. Argumentaron que sus centrales les ordenaron dejar de dar el servicio y menos ir a las colonias del sur de la capital.
Los autores de los hechos vandálicos lograron intimidar a la población, sembraron el terror y obligaron al comercio y los servicios a suspender sus actividades, si eso querían lo consiguieron.
Todo en una fecha especial para los mexicanos como es la noche previa a la llegada de Los Reyes Magos y cuando los establecimientos y los ambulantes trabajan normalmente toda la noche hasta que sale el sol.
El enojo de los mexicanos contra las decisiones del gobierno federal sigue latente y aumenta porque no hay explicaciones que convenzan y menos en un ambiente de corrupción oficial sin castigo para los responsables.
La mayoría de los mexicanos paga las consecuencias y la élite gobernante mantiene sus privilegios. Eso está colmando la paciencia de millones, lo que no justifica actos delictivos como el vandalismo desatado en por lo menos 17 entidades del país y la capital de la República.
En este momento es necesario distinguir entre la protesta motivada por el enojo social y los actos vandálicos propiciados por intereses que aprovechan el momento para generar pánico entre la población.
El malestar ciudadano por las alzas no lo detendrá el miedo, las acciones delictivas les toca a las autoridades actuar para que no queden impunes.
Pudieron aumentar el precio de los combustibles, es hora de que cumplan con la ley y castiguen el crimen. Por lo pronto hay 33 detenidos.
De las anécdotas que se cuentan
Faltaban minutos para que los relojes marcaran las cuatro de la tarde.
Este jueves no era un día normal en la Angelópolis.
Como siempre, con la inquietud tradicional se esperaba la llegada de los Reyes Magos.
Se reunió aproximadamente un grupo de cerca de 50 jóvenes de entre 15 y 20 años de edad en el estacionamiento de Bodega Aurrera de la 11 Sur y avenida Las Torres.
Una voz-orden salió del grupo:
“Pues, de una vez”.
Acto seguido se metieron a la tienda y sacaron mercancía, principalmente juguetes y pantallas.
Hay testimonios gráficos de lo que ocurrió y quienes eran.
El vandalismo llegó a Puebla con fecha 5 de enero de 2017.
A través de las redes sociales se anunció y convocó desde horas antes.
No uno sino varios reporteros estaban de guardia ahí y son testigos presenciales de los hechos.
¿Por qué no llegó también la Policía?
Minutos después apareció un notable operativo de patrullas con sirenas abiertas y ahí sólo hubo un detenido.
Quisieron replicar su fechoría en Plaza Centro Sur y Periplaza, para entonces los cuerpos de Seguridad llegaron antes y lo impidieron.
Cabe insistir en la pregunta:
¿Lo qué sucedió en la 11 Sur y Las Torres pudo evitarse? Varios ciudadanos creemos que sí, los cuerpos de seguridad deben tener una respuesta creíble.
Lo que vimos ayer no fue una protesta social contra una medida gubernamental, como el aumento a las gasolinas y el diésel.
Ayer sufrimos un acto vandálico de delincuentes.
El temor está sembrado y si hay convocatorias para protestas serias contra el gobierno corren el riesgo de fracasar.
Eso es lo que provoca que se considere como sospechoso, el vandalismo de este jueves.
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