Espere una segunda oportunidad pensando que después todo estaría bien, esperando encontrar el lugar donde se perdió mi corazón, pero este abismo, este son sabor, me esta dejando vacío y quizás, sólo quizás haya una razón para que al final del día pueda seguir mi camino.
A veces no soy capaz de quitarme tu recuerdo de la cabeza, es como ese ritmo pegajoso que escuchas en la radio y que no te suelta para nada. Pero ese recuerdo empieza a filtrarse en mi, y otra vez me llenan de ti, y vuelvo a sentir como el alma me pesa, justo como en la noche en que ese ángel te llevo de mi, lejos.
Mi amor, mi habitación ha estado oscura, fría, vacía, como un campo de huesos olvidados, como un sueño silencioso. Y tengo que mentirle a mi mente, que no hace ninguna diferencia entre mi locura y mi soledad, y me obliga a ponerme de rodillas, clamando a ese ser divino que te llevo lejos de mi, que me de consuelo en sus brazos de amor.
Sabes, te sigo amando; aún sin tenerte cerca de mi, aún sin sentir el calor de tus brazos y aunque estoy rodeado de buenos amigos, me siento vacío en el alma y cada noche te busco en mi cuarto y dejo la puerta abierta por si llegas a venir.
Mi amor, ha pasado mucho tiempo desde que te vi por última vez, pero el reloj avanza lentamente en mi vida, eso hace el dolor casi eterno.
Nunca pensé amar a alguien tanto, no de esta manera. Al principio tenía miedo de hacerlo, pero tu mirada me invitaba a no temer. -me hacías tan feliz- no volveré a verte jamás, pero te amo profundamente, y se que mi corazón nunca latirá de la misma manera, pero estoy tan agradecido por haberte conocido, por llenar mi vida de alegría.
Mi amor, es hora que te deje en paz, sólo te pido que ahí donde tu estés, sueñes conmigo.