El sistema presidencialista en México representa a la democracia progresista un gran obstáculo, es por tanto obsoleto, sin embargo este sistema sigue siendo muy útil para los intereses de quienes nos gobiernan.
A que me refiero querido lector, estamos viviendo tiempos en los que la transparencia es un elemento primordial para la actual democracia, tan es así que en el año 2014 se realizaron reformas a la constitución política de los estados unidos mexicanos, en dichas reformas participaron partidos políticos y organizaciones de la sociedad civil.
En esta iniciativa se plantearon prácticas de carácter internacional en materia de transparencia, desafortunadamente de parte del PRI-Verde y la Presidencia de la República se busca borrarlas del mapa legislativo, ¿cuál es el motivo?, simplemente detener el avance de la ley general de acceso a la información y la creación de la fiscalía anticorrupción para mandarlos a la congeladora manteniendo así los excesos del poder.
Ante los escándalos del abuso de poder y tráfico de influencias de parte de la pareja presidencial, del secretario de hacienda y de los líderes sindicales como el de PEMEX, un órgano fiscalizador anticorrupción y una ley de transparencia le representa al PRI-verde, así como a su Presidencialismo obsoleto un grave riesgo en virtud de que podrían quedar al descubierto sus prácticas abusivas, antidemocráticas.
El sistema presidencial en México se ha caracterizado a nivel mundial como un medio para fomentar el centralismo del poder, el autoritarismo y en su caso la impunidad hacia sus gobernantes. Por ello es necesario ir considerando una reforma sustancial a la constitución para pasar a un sistema parlamentario en el que el equilibrio de poderes evite los vicios que hasta ahora el PRI gobierno pretende mantener.
Imagen de:
Las opiniones aquí expresadas son exclusvas de quien las escribe, no reflejando así las del portal www.realidad7.com