Columna “EL MEOLLO DEL ASUNTO”

Por: Daniel E. Valles

Casi por todos lados y por todas partes donde voy últimamente escucho a la gente platicando de temas que tienen que ver con la educación. No sé si a usted, amable lector le pase lo mismo.

Parece que los temas de conversación, por más variados que sean, abordan de alguna manera el de la educación en la sociedad nuestra. Además, el ciclo para 2017-2018 apenas ha empezado. Esto seguro que contribuye a charlar o analizar el tema.

Como sabemos, una persona puede ser bien o mal educada. También le he comentado que la educación tiene dos caras. Una bonita y una fea. ¿Por qué? Porque la educación, donde quiera que la reciba uno, forma,-cara bonita- o deformar, que es la cara fea.

¿De qué depende esto? La gente cree, dice y opina que depende del factor económico. Lo que es una falacia.

Se tiene también la premisa-equivocada-que entre más dinero tiene una persona mejor educada será.

La situación económica sólo brinda una mayor-o mejor-oportunidad de acceso a la educación en ciertas instituciones. NO así al conocimiento mismo.

Tener muchos conocimientos no implica que quienes los tengan son personas bien educadas. La educación, para que sirva, exige provocar una acción y tener un efecto.

La sociedad actual, tan ocupada por tantos problemas que sufre, voltea a las instituciones públicas y privadas en busca de la educación que necesita para sus miembros. Las familias.

De ahí la creencia general de que quien ha asistido a una escuela, está siendo educado y entre más se avance en la escuela, mejor y mayor educación se tiene. Lo que también es una falacia.

En nuestro país se gastarán este año escolar solo el 5.5% del PIB. Una disminución de 1.1% del presupuesto federal para la educación en relación al 2016. Esa es una acción. El efecto que tendrá está por verse.

Se verá cuando podamos constatarlo en los educandos, en los miles de jóvenes, hombres y mujeres- 37.5 millones de ellos en edad escolar.

De acuerdo al último Censo de Educación del INEGI, solo 28 millones tienen un lugar y asisten a los centros de educación.

En los educandos sería el efecto de la acción. El que esperamos no esté muy distante y sea efectivo y de calidad.

El hecho de que se invierta dinero en educación no quiere decir que se está educando o que tendremos una nación de gente mejor educada. A pesar del esfuerzo que se hace para generar oportunidades de estudio y educación para los jóvenes. ¿Por qué? Porque como anoté ya, la educación efectiva debe de cumplir los requisitos de tener una acción y un efecto.

“para edificar el desarrollo integral, equilibrado y justo...es indispensable una educación de cobertura suficiente y calidad adecuada.” Diría el expresidente Ernesto Zedillo. Quien estuvo también al frente de la Secretaría de Educación. Explicó así y en su momento que la acción y el efecto educativo deberían ser en términos de desarrollo integral, equilibrado y justo.

Justo porque la educación es un gran igualador social. No hay algún otro dispositivo que iguale las condiciones del hombre y la mujer. La educación es un proceso social, no es una preparación para la vida. La educación es la vida misma.

Pues bien, en el difícil arte de educar se encuentra la tarea de desarrollar las facultades intelectuales y morales de las personas de cualquier edad. Una acción con un efecto en la mente y el espíritu de la persona.

La acción debe centrarse en el intelecto, en la inteligencia de la personas. Ayudar con esto al educando a pensar de manera lógica y pragmática, el cómo resolver los problemas de la vida.

El efecto debe buscar se logre y se dé en su ser interno. En el alma y el espíritu que la persona tiene. El “Soma”, que la cultura griega entendía. Así podrá normar su criterio y estaría en posición de tomar decisiones balanceadas, pragmáticas y axiomáticas en su vida familiar, profesional y social.

Sí la acción se lleva a cabo sin tomar en cuenta el efecto, la educación está desbalanceada. El efecto no será el programado o deseado. Y es así como ha estado la educación en materia de sexualidad ofrecen los centros educativos del país. Presentando la cara fea de la educación. La que deforma.

“Dale buena educación al niño de hoy, y el viejo de mañana jamás la abandonara”. Rey Salomón.

Cada año se reparten millones de condones a los jóvenes estudiantes. Y a los no estudiantes también. Cada año se imparten clases y libros que enseñan acerca de las diversidades sexuales que existen. Imposible seguir diciendo y alegando que falta información ¡Para nada! Los jóvenes la tienen ya. ¡Hasta de más!

Los padres de familia no están del todo de acuerdo con la materia y también ignoran no solo la acción y el efecto que esta cara fea presenta. Desconocen El Meollo el Asunto de todo lo anterior y no se dan cuenta que mucho del problema que viven en su hogar es por esta mala educación. Está deformando y no formando a sus hijos.

A pesar de que grupos cabilderos con gran poder económico y político se han encargado de influir en la educación de los jóvenes, sus esfuerzos y los de la autoridad han fracasado en materia de sexualidad porque el efecto y la acción carecen del factor principal que siempre tuvo, La Moral y la Ética como base fundamental.

Cada año nacen en el país un promedio de 375 mil bebés a niñas entre los 10 y 19 años de edad, solteras. Estudiantes que recibieron los libros y las clases de sexualidad. ¿No? Esta se ofrece desde 1998-99. Cuando Ernesto Zedillo era el presidente de México.

Y hoy, miles de jóvenes mujeres, de niñas, frustran sus estudios por una acción ejecutada por ellas. Ahora tienen y sufren el efecto de ella.

Ahora las abuelas tienen 40 años de edad y no se parecen a Sara García, sino a Madona. Ahora tienen que volver a cuidar bebés, cuando tienen edad para otra cosa porque ya viven una etapa diferente. No la de crear bebés. Ahí el efecto.

Dar condones, tener libros de sexualidad y hablar de relaciones sexuales en la escuela no es, no ha sido y no será la solución para evitar los miles de embarazos precoces que el país registra cada año. Se requiere de una acción Moral y Ética que llegue al intelecto de la persona para que tenga un efecto en el alma y en el espíritu de los estudiantes. No de ideologías particulares y acientíficas que afecta su manera de pensar y deforma su manera vivir. De otro modo todo seguirá siendo inútil.

Y eso es El Meollo del Asunto.

Twitter: @elmeoyodlasunto

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Imagen de: Superación Personal Eficaz