La diabetes gestacional no sólo daña a las madres durante el embarazo, también afecta al recién nacido, al que predispone, en su etapa adulta, a padecer la enfermedad de tipo 2, así como obesidad, alteraciones en lípidos e hipertensión.
“Durante el desarrollo intrauterino ocurre un proceso de programación metabólica con un marcaje químico del ADN del bebé que lo predispone”, expuso la investigadora Teresa Tusié Luna.
Por este hallazgo, la especialista de la Unidad Periférica del Instituto de Investigaciones Biomédicas (IIBm) de la UNAM en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán recibió el Premio a la Investigación de Defectos al Nacimiento GEN.
En un comunicado, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) indicó que el premio, entregado por el secretario de Salud, José Narro Robles, lo otorga la asociación civil Grupo de Estudios al Nacimiento (GEN) y distingue trabajos de investigación ya publicados sobre distintos aspectos de prevención de estos problemas.
Tusié Luna indicó que “hasta hace poco tiempo se pensaba que los desórdenes genéticos eran algo raro, que ocurrían con prevalencias muy bajas; ahora se sabe que muchas enfermedades metabólicas tienen un origen genético, incluso desde antes del nacimiento”.
La diabetes gestacional es una de las enfermedades más comunes en las mujeres embarazadas, y su estudio ha expuesto que se trata de una condición prevenible si se diagnostica a tiempo, lo que impactaría en la disminución de complicaciones en la madre y en el hijo de manera perinatal, sostuvo.
“En la diabetes gestacional hay una alteración en la utilización de glucosa que se reconoce y se diagnostica por primera vez durante el embarazo. Generalmente es reversible, es decir, una vez resuelto el embarazo la mujer retorna a sus niveles de normoglicemia; sin embargo, años o décadas después de ese evento primario tienen un alto riesgo de padecer diabetes tipo 2”, subrayó la experta.
En mujeres mexicanas encontraron alta prevalencia (de 30 a 40 por ciento) de conversión a diabetes tipo 2, así como que esta condición se presenta de manera prematura, al año o dos años del embarazo, mientras que en otras poblaciones la conversión sucede cinco o 10 años después.
Todo esto es prevenible con un diagnóstico de la diabetes gestacional entre las semanas 24 a 28 del embarazo, cuando existe este proceso en donde la madre es sujeta a una presión metabólica mayor para sintetizar insulina por la demanda incrementada de su propia condición, detalló.
Información :Notimex