El gobernador Luis Miguel Barbosa fue medido con la misma regla que el Comité Ejecutivo Nacional de Morena aplicó en su favor en la elección extraordinaria del 2019, esta ocasión, en su contra.
Y es que luego de que el pasado viernes el CEN morenista liderado por Mario Delgado Carrillo – quien por cierto ya se ha convertido en el payaso de las cachetadas – anunciara la presunta victoria de Claudia Rivera Vivanco para encabezar nuevamente la candidatura a la alcaldía de la ciudad de Puebla, el mandatario poblano recibió una cucharada de su propio chocolate, pues la encuesta que nadie conoce, que no se sabe dónde ni cuando, es más, ni a quiénes se les preguntó, dio como ganadora a la actual alcaldesa que no se ha separado de su cargo para continuar con su campaña con miras a la reelección.
En este escenario es necesario recordar que el gober rencoroso como lo describió el periodista Francisco Zea fue medido con la misma vara, pues de lo que hoy se quejó en su conferencia matutina fue lo mismo que sucedió en 2019 pero esa ocasión a su favor.
Recordemos que fue la propia Yeidkol Polevnsky o mejor conocida como Citlali Ibáñez la que apenas hace un par de años anunció que Luis Miguel Barbosa Huerta había ganado la famosa encuesta de Morena para designar a su candidato en la elección extraordinaria del 2019 dejando a un lado al aspirante morenista mejor posicionado y más conocido como lo fue Alejandro Armenta Mier.
¿A quiénes se les preguntó? ¿Dónde se aplicó la encuesta? ¿Cuántas personas la respondieron?... fueron las preguntas que todos se hacían para conocer el proceso con el cuál Barbosa Huerta había ganado la encuesta a Alejandro Armenta Mier y otros morenistas que se habían apuntado para competir en la elección extraordinaria.
Nadie supo responder dichas cuestiones.
Las preguntas planteadas por los adversarios de Barbosa hoy fueron pronunciadas por ¡Barbosa!, pues su delfín, el oriundo de la Ciudad de México Gabriel Biestro Medinilla no fue beneficiado por el instrumento de medición aplicado en las dirigencias de morena.
¿Quién lo habría imaginado? Que el hoy gobernador de Puebla pidiera a Morena lo que Morena no dio cuando él se vio beneficiado, lea usted:
“La definición de cualquier candidatura es un acto de la mayor responsabilidad, que se sujeta siempre a los procedimientos de la norma interna del partido que lo hace, de las convocatorias que se emiten dentro de los procesos de las organizaciones políticas y que quienes buscan ser beneficiados de dichas candidaturas pues apuestas a la certeza jurídica, a la transparencia… a la legalidad. Yo respecto a la definición que hizo morena sobre su candidata ya por lo menos hasta hoy, más allá de que es un proceso impugnado lo que diría es que Morena está obligada a transparentar el procedimiento y la encuesta que sirvió de base para hacer esta definición, debe dar a conocer su metodología, dar a conocer las variables, todos los elementos que se tomaron en cuenta para que los resultados de dicha medición hayan sido los que fueron anunciado el día viernes, porque es la única forma como podrá avanzarse frente a la sociedad como una decisión responsable, seria y democrática, ese es el llamado, a que transparente y a que haga público todo el procedimiento de definición”, declaró esta mañana durante su conferencia matutina.
La cita no tiene desperdicio, pues da cuenta de que en la política morenista quien las hace no las consiente, ya que en el partido conformado por lo peor de lo peor, la democracia es democracia cuando beneficia, pero es fraude o se exige transparencia cuando no los beneficia.
Fieles al estilo de López y entrenados no para pensar sino para repetir, escupen lo que en su momento, les benefició.
Pobre de Don Miguel, le aplicaron la misma vara con la que midió a sus adversarios.