No cabe duda que la decadencia del PRI ya no sorprende a nadie, y no lo digo por los dignos militantes de colonias populares, líderes sociales y demás cuadros de batallas en nuestro estado, sino por los dirigentes impuestos por dedazos y su afán de pisotear la poca dignidad que le queda al tricolor.
Esto en el contexto del mensaje que dio uno de los autores del FOBAPROA Charbel Jorge Estefan Chidiac., ya que como todos sabemos, hizo un puntual llamado a la unidad de los priistas poblanos que a la letra transcribo: “le pido a los comités municipales que toda gente que hayamos lastimado en el pasado, que tenga razones válidas en su momento para sentirse olvidada, se les busque y se tenga un diálogo, ofrezco un partido de puertas abiertas donde todos sumemos, donde el trabajo de todos abone a construir el proyecto de estado que queremos para Puebla”.
Y es que este votante en favor del gasolinazo que a todos afecta, exhortó a la militancia tricolor a mantener el ánimo y no hacer caso a rumores en el sentido de que el partido está débil o no puede competir para ganar en 2018, “Puebla es importante para el priismo, es un bastión, Puebla es el quinto padrón del país, pero es la segunda entidad que más votos le aporta al PRI, después del Estado de México” dijo Estefan.
Ante este escenario me surgen varias preguntas: ¿y qué queremos del partido? ¿Cuáles son ahora sus objetivos?, o peor aún ¿los tiene?
Insisto en el tema de que en el PRI se debe aprender a adaptarse a las necesidades de la sociedad y permanentemente estar en busca de cumplir con las exigencias que la sociedad pide, sin embargo, el dirigente estatal del PRI poblano ha reconocido que SE ha lastimado y OLVIDADO a la militancia priista, lo que conlleva a una ruptura con la sociedad.
En lo personal, creo que a Estefan Chidiac le ha hecho un severo daño el acudir a San Lázaro a levantar la mano para aprobar medidas que han afectado a los ciudadanos.
No basta con buscar a los lastimados y dialogar con ellos, ya que si se quieren corregir errores del pasado, creo que se debe empezar con la cabeza del priísmo estatal, y de entrada poner el ejemplo de cómo ser oposición y como lograr la reconciliación con la lastimada militancia priista y en consecuencia con la sociedad poblana.
Por un lado Estefan Chidiac pide que se dialogue con la militancia lastimada y olvidada y por otro lado permite que el eterno funcionario público que no termina cargos como Víctor Giorgana también autor de los gasolinazos refiera que “el que quiera puede que irse del PRI”(Victor Giorgana) sin mencionar los que ha hecho el Dirigente de la CTM Leobardo Soto y otros actores más.
El dirigente del PRI poblano antes de pedirle a la militancia que se dialogue con los priístas lastimados, debería poner un alto a los comentarios despectivos de legisladores como Víctor Giorgana, exigir respeto y sobre todo “humildad”, sí, esa palabra que no conocen por estar brincando de cargo en cargo olvidando que sus cargos se los deben a los priístas que hoy buscan cabida en otros institutos políticos al darse cuenta que nunca tuvieron una reciprocidad de su trabajo. Los dirigentes son siempre el modelo a seguir y hoy al PRI en Puebla le toca ser el modelo de la oposición, una oposición que dista mucho de ser crítica, digna, responsable y del lado de los ciudadanos.
En fin, tal parece que al diputado federal por Izúcar de Matamoros le interesa más la gestión en su distrito que la militancia en todo el territorio poblano, y no lo culpo, ya que para eso cobra de nuestros impuestos, sin embargo debería valorar su labor como dirigente del PRI, ya que o atiende a su distrito o atiende al PRI o atiende a los lastimados por el PRI.
Al tiempo
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