Amable lector, esta semana quise escribirles a los padres de los 42 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa, a estas personas que desafortunadamente han perdido lo que a mi juicio es lo más importante en este mundo: nuestros hijos.
Estimados Padres de familia:
Ha pasado casi ya un año de su lucha, su incansable búsqueda, y sobre todo su incalculable valor de enfrentarse a toda adversidad con el único objetivo de encontrar a sus hijos.
Antes que nada quiero reconocerles que su lucha es legítima y sobre todo justa, pero estimados padres, también tengo que confesar ciertas preguntas y cuestiones que en lo que ha pasado de este año, aún sigo sin entender o encontrarles respuesta, es por ello que decidí escribirles esto.
Después de conocer el resultado que la CIDH brindó la noche de este domingo a la opinión pública y a ustedes principalmente, han sembrado más dudas que respuestas, pero lo peor es que todo esto nace de simples cuestionamientos que ahora les hace un servidor: ¿Qué hacían ahí sus hijos la noche de ese 26 de septiembre del 2014?
Es cierto que a todos los mexicanos (o al menos a mi si) nos duele lo que pasó esa noche, nos duele aún más que haya una infinita cantidad de versiones del caso Ayotzinapa, que si fue el ejército, o si fue el crimen organizado, o también que José Luis Abarca y su esposa están claramente involucrados en la desaparición forzada, y demás versiones que lo único que hacen es lastimar aún más a nuestro país.
Queridos padres de los normalistas desaparecidos de Ayotzinapa, ¿ustedes que hacían esa noche?, ¿Qué hicieron para evitar que sus hijos tomaran un autobús y lo robaran para realizar manifestaciones que nada tenían que ver con su desarrollo profesional y educativo?, ¿qué hicieron ustedes como padres de familia para evitar que sus hijos salieran de los muros de la normal rural “Raúl Isidro Burgos” no solo ese día sino muchos otros más según sus propias versiones?.
Todas las versiones giran en que un grupo de jóvenes iban a manifestarse a iguala contra un alcalde y su esposa, pero olvidan que iban en autobuses robados por ellos mismos, es ahí donde se desatan tantas opiniones que estoy seguro, ninguna versión convencerá a las mayorías.
Queridos padres de familia, no sé cómo le han hecho para obtener recursos para viajar a Europa, EEUU y demás naciones exponer su caso y solicitar ayuda a instancias internacionales para que les devuelvan a sus hijos, pero con toda sinceridad les digo, que la respuesta quizá está en la puerta de su casa, o ahí donde dormían sus hijos, o también las butacas en las que no tomaron clases esos alumnos que robaron autobuses para ir a manifestarse, es decir, la respuesta de ¿Dónde están nuestros hijos? está en ustedes mismos.
La humildad y pobreza no son limitantes para obtener el éxito, hemos visto casos de éxito de estudiantes que económicamente están imposibilitados para crecer profesionalmente y lo han logrado, también he conocido estudiantes que sin tener un solo peso en la bolsa, trabajan para sostener sus estudios, lo he vivido en carne propia.
Estimados padres de familia, es un derecho manifestarse y exigir mejores condiciones de vida y estudio, es legítimo pedir solución a las demandas que la sociedad hace al gobierno, lo que no es legítimo padres de los normalistas, es NO tener conocimiento de dónde están y qué hacen nuestros hijos, no es válido pensar que están estudiando cuando en realidad andan robando, delinquiendo y vandalizando bajo el argumento de querer tener un mejor nivel de estudio y de vida, no es legítimo no conocer a nuestros hijos ni acercarnos para saber en dónde están metidos.
Me da tristeza saber que esos estudiantes están desaparecidos, y uno de ellos calcinado, me da rabia saber que esos estudiantes bien guiados pudieron haber sido maestros, ingenieros agrónomos, o cualquier otro profesionista, me da coraje leer tantas versiones de los medios de comunicación que están a favor y en contra del gobierno, pero me indigna más el saber que en sus manos padres de familia, estuvo la buena formación de sus hijos, y que como resultado hoy están desaparecidos.
Es momento de que también les preguntemos nosotros a ustedes padres ¿Dónde están los normalistas? ¿Qué estaban haciendo ustedes como padres de familia para que estos hechos NO sucedieran?
Sé que los adoradores necios de líderes tropicales y mesiánicos se me vendrán encima por cuestionarlos, pero eso es algo a lo que nos exponemos quienes nos atrevemos a decir la verdad.
Nos escribimos la próxima semana.