Luis Miguel Barbosa se convirtió en el actor político más mencionado del país en la semana que empezó el pasado lunes 27 de febrero.
El anuncio del poblano -aún en su posición de coordinador de los senadores del Partido de la Revolución Democrática (PRD)- de respaldar públicamente al precandidato favorito a la Presidencia de la República en 2018, Andrés Manuel López Obrador, no sólo sacudió a la izquierda, confirmó que la tendencia en el corto plazo es la división en los partidos mexicanos ante la gran elección del próximo año.
El principal receptor de los desprendimientos será el tabasqueño, quien así fortalece sus aspiraciones y genera incluso terror entre sus contrincantes, algunos de los cuales a pesar de ser sus críticos en el pasado decidieron o lo harán, sumarse a su causa. Es el caso del senador Barbosa.
El poblano inteligente y audaz desde su juventud que arrancó en política con su militancia en el PRI, pasó a la burocracia estatal y más tarde se sumó a un perredismo poblano que sólo reciclaba figuras del extinto Partido Comunista Mexicano y encontró en el oriundo de Tehuacán un nuevo liderazgo, el cual se convirtió en cacicazgo, tanto que por años y hasta ahora mantiene la presidencia estatal perredista.
Entró a la política nacional como fiel integrante de “Los Chuchos” a quienes ahora fustiga y condena.
Fue dirigente en el país de Nueva Izquierda y uno de los artífices de la coalición en Puebla con el PAN en 2010 y ganara la gubernatura Rafael Moreno Valle con quien hizo alianza y recibió favores a lo largo de casi todo el sexenio hasta que decidió en las elecciones pasadas llevarle la contra, porque así convenía a sus intereses.
Es coordinador de los senadores del PRD por ser Chucho en un principio y después por el respaldo que recibió del secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, quien metió personalmente las manos para que permaneciera en ese puesto.
Ahora dio un paso a un costado sin renunciar a la posición de representar al partido que critica y al que no le ve viabilidad para 2018, incluso niega a amigos generosos con él, como Miguel Ángel Mancera, quien hace unos meses era su favorito para la Presidencia de México.
Motivado por las condiciones actuales de la política, por el empobrecimiento perredista de los últimos años y elecciones, que ya no le sirve ni siquiera a él que aspiraba a ser su candidato a gobernador, defensor de sus intereses empezó a construir un puente con quien puede ser el próximo Presidente de la República a pesar de que hace cuatro años y medio formó parte de la mafia del poder al avalar y votar a favor muchas de las reformas estructurales negociadas en el Pacto por México.
Barbosa dio un paso que sólo tiene un destino: Morena.
“No me tiemblan las piernas, una porque es de titanio, la otra porque obedece a la de titanio”, respondió en conferencia de prensa el pasado miércoles uno de marzo a las amenazas de la dirigencia perredista de expulsarlo por su apoyo abierto a López Obrador.
Entrado en gastos acusó a la dirigencia del partido que representa y coordina en la Cámara de Senadores y a la corriente de los Chuchos, su origen, con el diputado Jesús Zambrano a la cabeza, de traicionar los estatutos del PRD hasta volverlo un apéndice del PAN, tal como el Partido Verde lo es del PRI.
Contundente y quizá un tanto cínico afirmó: “soy perredista, no me voy a Morena, pero apoyo a Andrés Manuel. Tomé la decisión de apoyar a AMLO rumbo al 2018 y hago un llamado al PRD a apoyarlo rumbo al 2018”.
El poblano Barbosa precisó que dejó de apoyar las aspiraciones presidenciales de Miguel Ángel Mancera, Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, porque cayó en las redes de las corrientes internas.
En su primer anuncio, el del lunes acusó la existencia de un pacto entre el PRI y el PAN para frenar las aspiraciones del político tabasqueño. “El sistema político mexicano ha decidido cerrar filas para parar a López Obrador y su propósito es impedir de cualquier forma que gane la presidencia en el 2018”, señaló.
Luis Miguel Barbosa consiguió en una semana sacudir al PRD que después de esto parece un cadáver y continúa su sangría.
Él consiguió reflectores y mostrarse como independiente y honesto, cuando es lo menos de lo que puede presumir porque su historia personal lo delata.
Ahora tocó la puerta de Morena y por qué no ser su candidato al gobierno de Puebla, con ello puede ganar más que si lo fuera del PRD.
Barbosa está activo, es un referente y da todo por seguir en el poder, si no es candidato a gobernador cuando menos espera ser diputado federal o presidente municipal de Tehuacán.
El senador, aún perredista, puede negociar, traicionar y tranzar todo, menos salir de la nómina oficial.
Para él, como aprendió en su pasado priista, vivir fuera del presupuesto es vivir en el error.
De las anécdotas que se cuentan
Aquel domingo invernal de 2016, en la Plaza principal de San Pedro Cholula el dirigente nacional de Movimiento Ciudadano, Dante Delgado, anunció que su partido no lanzaría candidato a la gubernatura de Puebla.
El primer sorprendido y molesto fue el aspirante José Juan Espinoza, quien rendía su Informe de presidente municipal y nunca supo del acuerdo de su líder y el gobernador Rafael Moreno Valle.
Esa fue la razón por la que el Instituto Electoral del Estado no le retiró el presupuesto en 2017 al partido de Dante y que tiene en la picota a los consejeros del Instituto Electoral del Estado (IEE).
Reforma publicó ayer:
“Los consejeros del Organismo Público Local Electoral (OPLE) de Puebla (que es el IEE) están en la mira del Tribunal Federal Electoral por modificar las reglas del financiamiento a los partidos, lo cual benefició al PAN y a Movimiento Ciudadano (MC).
“Aunque el Código Electoral señala que el cálculo se debe realizar con base en el porcentaje de votos emitidos en la última elección para diputados, aprobaron un acuerdo para que la base fuera la elección de Gobernador 2016... “También avalaron otro acuerdo para que MC, que decidió no participar en la elección a Gobernador, no perdiera su registro. “El financiamiento a partidos, que debía ser de 154 millones, subió a 195 millones. El PAN aumentó sus ingresos de 37.3 a 61.2 millones, y MC, que no debió tener recursos, recibió 15.9 millones”.
Ayer al mediodía en una apurada sesión el Tribunal Electoral del Estado dio marcha atrás a la decisión del IEE no para aplicar la ley, sino intentando evitar que los consejeros electorales sean destituidos. Por lo pronto redujeron 40 millones a las prerrogativas de los partidos.
El asunto quema y el consejo electoral está en vilo.
Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
Twitter @fercrisanto
Facebook: Fernando Alberto Crisanto
Imagen de: archivo google