Comúnmente conocida como la “hormona del amor”, la oxitocina es mucho más que eso. Además de favorecer las interacciones sociales, la oxitocina es una hormona que ayuda a reducir la presión arterial y los niveles de cortisol, aumenta el umbral del dolor, reduce la ansiedad y estimula diversos tipos de interacción social positiva. Además, promueve el crecimiento y la curación.
El efecto de la oxitocina, al igual que otros productos químicos de señalización cerebral, es más dependiente de los cambios que en sus niveles absolutos. La oxitocina nos ayuda a responder adecuadamente a las demandas de nuestro entorno social y a la situaciones críticas al variar su concentración en diferentes zonas del cerebro.
Por lo tanto, más que centrarse en los niveles de oxitocina en general lo que hay que preguntarse cómo conseguir estos cambios en momentos concretos para beneficiarse de sus efectos. En algunas situaciones, como las relaciones sexuales o el parto, se libera oxitocina de forma natural.
Sin embargo, hay otras muchas formas de conseguir un aumento de los niveles de esta hormona para reducir el estrés y sentirse mejor. Además, los estudios demuestran que cuanto más oxitocina se libera, más fácil será para hacerlo, lo que significa que actuando de las maneras que veremos a continuación será cada vez más fácil sentirse bien, incluso cuando la adversidad, el dolor y el estrés acechen.
El contacto físico
La oxitocina desencadena un sistema de recompensas que activa y desactiva cuando estamos en las relaciones amorosas. Es bien sabido que las relaciones sexuales aumentan los niveles de oxitocina. Sin embargo, en los hombres solo se libera cuando tienen un orgasmo con alguien con el que tienen un vínculo emocional.
Pero no solo el contacto físico derivado de las relaciones sexuales aumenta los niveles de oxitocina. En general, los abrazos, besos y caricias ayudan a aumentar los niveles de oxitocina rápidamente. Y para esto no hace falta mantener relaciones sexuales, ni siquiera pareja. Abrazar, acariciar y besar es algo que puedes hacer con amigos, familiares e incluso mascotas.
Las palabras de aliento
Cuando alguien nos hace un cumplido, nos anima o nos consuela nos sentimos bien con nosotros mismos. Estas palabras de aliento nos hacen sentir queridos y valorados. Esta forma de sentirse bien también aumenta cuando somos nosotros los que ofrecemos esas palabras de aliento a otros.
Las palabras son una poderosa arma para sentirnos bien y hacer sentir bien a los demás. Pueden transmitir bondad, compasión y amor. Además, nos conectan con los demás, haciendo que los niveles de oxitocina aumenten en ambas partes.
Escuchar a los demás
Escuchar es una forma increíble de aumentar la oxitocina. Todo el mundo quiere sentirse reconocido. A todos nos gusta saber que estamos siendo escuchados y aceptados. Cuando estás presente en el lugar físico en el que te encuentras y escuchas al otro se produce una conexión entre ambos. Escuchar atentamente, evitando todo tipo de distracciones, ofrece un sentido de recompensa inigualable.
Escucha con los ojos, sin estar pendiente del móvil o de cualquier otra cosa. No practiques la multitarea cuando alguien requiera tu atención. Presta todo tu atención a la persona que te está hablando. Mírale a los ojos mientras escuchas lo que esa persona te esté diciendo.
Meditación
La meditación relaja cuerpo y mente, permitiendo que la mente se libere del estrés. Está asociada en el esquema cultural que manejamos como una tradición con raíces profundas en la tradicional oriental, sin embargo esto no significa que nosotros no nos podamos beneficiar de su poder.
En la cultura occidental la palabra meditación viene del latín meditatĭo que originalmente indicaba un tipo de ejercicio intelectual. En este sentido, la meditación es un valioso instrumento para la relajación, tanto de cuerpo como de mente. Así, al no estar en una situación de lucha o huida, la oxitocina se libera. Este equilibrio disminuye la presión arterial y desbloquea los sentidos.
Ejercicio
El ejercicio no sólo sirve para mantener el cuerpo sano. Con el ejercicio y la actividad física aumentan las endorfinas y también la oxitocina y favorece la llegada del oxígeno llega al cerebro y a otras partes del cuerpo. La cantidad de hormonas que se liberan en el cerebro son también beneficiosas.
Para hacer ejercicio y obtener todos estos beneficios no hace falta ir al gimnasio ni salir a correr o a montar en bicicleta si no se desea o no se puede. Salir a caminar o hacer ejercicio moderado en casa es suficiente para conseguir una liberación de oxitocina y sentirnos mejor rápidamente.
Llorar
Los estudios han demostrado que el control defensivo de nuestras emociones disminuye los niveles de oxitocina. La acumulación de energía que produce el encarcelamiento de nuestros sentimientos hace que el estrés se instale en nuestras vidas y que los problemas físicos empiecen a aparecer.
El llanto precisamente es un acto de liberación de esta energía. Piensa en cómo te has sentido después de esas veces en las que parecía que no podías parar de llorar, tan relajado como si hubieras hecho una hora de meditación o de ejercicio moderado. Por lo tanto, los efectos que hemos descrito sobre los niveles de oxitocina serían similares a los descritos en los apartados anteriores.
Ser generoso dando algo a otros
Nos sentimos bien cuando damos y cuando nos damos. Ser generoso y caritativo, así como ofrecer nuestro tiempo a los demás de forma desinteresada hace florecer la gratitud y la conexión con los demás, liberando grandes dosis de oxitocina.
Otro gesto generoso que libera oxitocina es hacer un regalo a alguien de corazón. Un detalle para el que no es necesario contar con la excusa de un gran logro o la celebración de un aniversario. Lo que realmente desata la liberación de oxitocina es el hecho de pensar en la otra persona con cariño y con ganas de agradarle.
Información:lamenteesmaravillosa.com
Imagen: Entrepreneur