Malo: separaciones, despidos o pérdidas de trabajo, muertes repentinas, rompimientos. Muy bueno: un casamiento, un aumento o mejoría de puesto en el trabajo. ¿Cómo reaccionar a estos cambios cuando llegan sin ser parte de nuestros propósitos de Año Nuevo? Lo normal es que nos resistamos por el miedo a lo desconocido. Para el doctor en psicología James O. Prochaska, el cambio que no tiene consecuencias agradables es percibido como un castigo, aunque no sea así. De acuerdo con la teoría del condicionamiento operante de B.F. Skinner, si logras darle un giro positivo a un cambio negativo no deseado, puedes encontrarle el lado agradable. Así, para conseguirlo puedes modificar el corte o color de tu cabello, o comenzar una rutina de ejercicio, por ejemplo.
Esos pequeños cambios pueden ayudarte a sufrir menos en situaciones que llegan de manera abrupta y desagradable; por ello, Kendra Cherry, especialista en rehabilitación psicosocial, piensa que esas mínimas acciones son mejores que los grandes planes de fin de año que muchas veces resultan fallidos.
Que no te sorprenda
Reconoce y realiza cambios, según el Modelo del Ciclo de Cambio de Rick Maurer, consejero, escritor y orador sobre el cambio.
1. FUENTE DE CAMBIO : Piensa en qué lo origina y qué te hace sentir. Si quieres, asócialo con algo que deseas: dieta, ejercicio, estudios, etc.
2. RECONOCIMIENTO Y CLARIFICACIÓN: Trata de saber si el cambio efectivamente sucede o si solo es idea tuya. Si es real, reconoce hasta dónde te afecta. Establece metas para lo deseado: cuántos kilos bajar o cuántos kilómetros vas a correr.
3. PLAN DE ACCIÓN: Haz planes para adquirir los elementos o emprender las acciones que requieres para hacer frente al cambio abrupto y hacer lo que deseas.
4. ACCIÓN: Intenta llevar a cabo tu plan. Ponte en contacto con el personal que necesitas o busca los recursos que te hagan falta.
5. FLEXIBILIDAD: Si algo no funciona, puedes hacer ajustes, ya sea de presupuesto o personal, o cualquier cosa que no esté dentro de tus necesidades.
6. VISITA A UN ESPECIALISTA: Busca a una persona que pueda darte el consejo mejor y más informado con respecto a la transformación del cambio no deseado.
7. APROVECHA TU RED: Tus amigos, familiares o la gente que te conoce pueden darte más opciones de las que se ven cuando estás frente a un problema.
8. TÓMALO CON CALMA: Date tiempo para prever el resultado que deseas, así como para pensar con respecto a lo que está sucediendo.
9. NUNCA OLVIDES: Recuerda los cambios que has hecho en tu vida que te han llevado a un lugar mejor. Reconócete en los riesgos que te has atrevido a correr.
10. Y después de la tormenta... Aunque ahora parezca lejano, una vez que hayas afrontado un cambio sorpresivo con una actividad deseada, poco a poco notarás un nuevo estilo de vida que irás sintiendo como normal y será tu nueva realidad. En este punto habrás creado los hábitos necesarios no solo para aceptar aquello que no estaba en tu control, sino para cambiar lo que realmente querías cambiar.
Información:Quo.mx
Imagen: melodiasdelalma.com