Por segunda ocasión la marca de ropa “ZARA” volvió a plagiar un bordado de la comunidad chiapaneca de Aguacatenago, así lo dieron a conocer los propias mujeres quienes han trabajo en las prendas por años.
María una de las 20 artesanas que se dedica a la elaboración de prendas con dichos bordados, explico que su trabajo a veces no se le paga como debería e incluso ha tenido que aceptar pagos a muy bajo costo por empresarios que desarrollan sus prendas para producirlas en masa.
En ese sentido la directora de la organización impacto, Adriana Aguerrebere, argumentó que a las grande marcas todavía no les queda claro que tienen que respetar los diseños que no son suyos. Afirmó que durante los años 2012 y 2017 se han presentado ocho casos de plagio de bordados elaborados por artesanas mexicanas.
“Las empresas sólo ven su interés económico y no se interesan por el beneficio ni desarrollo de las comunidades, quienes son dueñas del conocimiento colectiva”, afirmo.
Además la directora destacó que el caso de Zara no ha sido el único, también surgio un plagio por parte de la compañía Mango, quien después de presionar en redes sociales retiraron la prenda de su tienda, y tiempo después se logró que tuvieran el interés de realizar un proyecto con artesanas oaxaqueñas.
Aguerrebere comentó que en estos casos todavía queda mucho por hacer, pues recordó que el conocimiento colectivo de las bordadoras no se puede registrar como derecho de autor ni denominación de origen, pues nadie tiene derecho a robarse los diseños de las artesanas.
Por ultimo detallo que las artesanas se llevan de 48 a 58 horas de trabajo para realizar un bordado en la prenda.
Con información de: Animal político