La Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), contrario a la recomendación de la Comisión Federal de Competencia Económica, complica la operación de Uber y Cabify con cargas regulatorias que hacen prácticamente inviable su funcionamiento en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM).
Con estas trabas, el sistema de taxis que opera en la terminal aérea se mantiene como exclusivo, con todo y que los mismos operadores afirman que no pueden atender la demanda de servicio en horas pico.
Si Uber y Cabify quieren operar en el AICM, primero tendrían que obtener permisos de la SCT para recoger pasaje, adicionales al visto bueno del propio aeropuerto y de las autoridades del D.F. o Estado de México, dependiendo la entidad donde esté registrado el coche.
Adrián del Mazo Maza, titular de la Dirección General de Autotransporte Federal (DGAF), comentó que “hoy en día, para poder recoger pasaje, necesitan el visto bueno del aeropuerto y necesitan tener la autorización de la Dirección General de Autotransporte Federal (DGAF)”.
Del Mazo Maza señaló que la Policía Federal tiene la instrucción de infraccionar a aquellos vehículos que presten servicios comerciales de transporte sin tener las autorizaciones correspondientes. Las multas, de acuerdo a señales que se ubican en el AICM, son de entre 500 a mil días de salario mínimo, lo que equivale a 35 mil 50 a 70 mil 100 pesos.
Estos operativos en contra de Uber y Cabify también están en pie en todos los aeropuertos del país, y ya hubo ocho detenciones, según el titular de la DGAF, en el Aeropuerto de Monterrey.
“En el Aeropuerto de la Ciudad de México no ha habido ningún operativo. Sin embargo, si la PF detecta que están dando este servicio, obviamente puede infraccionar y obviamente remitir a algún corralón federal a estos vehículos”.
Con información de Reforma.
Imagen de: Archivo Google