El principal retablo de San Bartolo Yautepec, un caluroso pueblo de la Sierra Sur de Oaxaca, vuelve a resplandecer tras ser intervenido por expertos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), a solicitud de los pobladores de ese lugar, luego de que en 2003 una inadecuada restauración le había ocasionado daños.
A la obra se le habían aplicado pintura comercial y barniz de mala calidad en las calles y cuerpos, y se le colocaron laminillas semejantes al oro. Los habitantes se alertaron luego de percatarse del efecto tornasol propiciado por la oxidación de la falsa hoja. Incluso “arriba del patrón (San Bartolo Apóstol) estaba quedando negro”, recuerdan.
Así, en 2007 los pobladores de San Bartolo Yautepec buscaron la intervención del INAH, organismo que comisionó a expertos del Centro INAH y de la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural (CNCPC) para evaluar el estado del bien inmueble.
Los especialistas detectaron afectaciones en la parte posterior como consecuencia del paso del tiempo y del ataque de insectos, y también por tratamientos anteriores, repintes y capas inadecuados. Así, en una primera etapa, el INAH y la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca (FAHHO) conjuntaron esfuerzos y recursos para emprender trabajos que devolvieran la estabilidad estructural al retablo.
Las restauradoras María Gabriela Peláez Bonilla y Gabriela Moramay Ferreiro Ontiveros detallaron que los insectos se alimentaron durante un tiempo del cedro rojo con que está hecho el retablo, debilitando los bastidores y cabezales que soportaban su peso, y poniendo en riesgo elementos como el guardapolvo en forma de concha.
Aparte de fumigarlo, a la obra se le reestructuraron secciones completas y restituyeron fragmentos de madera para brindarle firmeza, y se avanzó en el retiro manual y con bisturí de la pintura y barniz de poliuretano que mermaron su apariencia.
El trabajo de conservación y restauración del retablo del templo de San Bartolo Yautepec, que en su segunda etapa abarcó la segunda mitad de 2014 y los primeros meses de 2015, conllevó una importante comunicación con la comunidad. Se trata de una labor que la CNCPC ha mantenido con otras localidades oaxaqueñas, sobre todo de la Mixteca, donde también se han intervenido retablos.
“Es valioso el trabajo desarrollado con la gente para que conozca su patrimonio desde otra perspectiva, introducirla en aspectos como la iconografía o su manufactura, aquilatar el trabajo que implicó realizar un retablo de estas características en una población, como lo es San Bartolo Yautepec, un tanto remota”, explicó Blanca Noval, directora de Educación para la Conservación en la CNCPC.
Por sus características asociadas al estilo barroco estípite, como el predominio de la rocalla (ornamentos que evocan contornos de conchas y hojas), es probable que el retablo del templo de San Bartolo Yautepec date de finales del siglo XVIII. En ese entonces, el poblado era uno de varios que servían para el comercio entre Antequera (hoy ciudad de Oaxaca) y la costa.
Por ello no es de extrañar la relativa bonanza que le permitió al pueblo contar con un retablo de estas características, el cual mide 8.22 m de alto por 5.88 m de ancho. En la calle central sobresale una escultura del patrono, San Bartolo, y por encima de él, otra del Cristo de la Paciencia; en las calles de los costados asoman las figuras cautas de los cuatro evangelistas: Mateo, Marcos, Lucas y Juan.
La restitución de este bien cultural que entraña la fe del pueblo de San Bartolo es un logro para los restauradores Salvador Guillén Jiménez, María Gabriela Peláez Bonilla y Gabriela Moramay Ferreiro Ontiveros, quienes a lo largo de varios meses coordinaron, supervisaron y ejecutaron su intervención, respectivamente.
Gabriela Moramay Ferreiro, quien fungió como restauradora residente, explicó que en la segunda etapa —financiada también por el INAH y la FAHHO— se abordó la recuperación estética del retablo. Se empezó con la limpieza química del oro original, luego se llevaron a cabo resanes y la reintegración del oro.
El equipo, a cargo de la restauradora Ferreiro, dos auxiliares y ocho técnicos restauradores, se valió de solventes orgánicos y geles especiales para realizar las tareas de limpieza; finalmente, se dio un acabado.
Los habitantes de San Bartolo Yautepec han vuelto a sorprenderse con los destellos que arroja el retablo de su templo. Para celebrar esta entrega, la banda de viento Espíritu Zapoteco, compuesta en su mayoría por niños y jóvenes del municipio, llenó con sus acordes la atmósfera del lugar.
Ahora, su cuidado será responsabilidad de los pobladores, a quienes el área de Educación para la Conservación de la CNCPC capacitará mediante talleres.
Información e imagen de: INAH