El pasado viernes 24 de junio nos enteramos de la terrible noticia de la muerte de Jambi, uno de los dos orangutanes nacidos en 1991 en el zoológico de Chapultepec.
Jambi tiene un hermano, de nombre Toto, y por quienes la Asociación Civil Proyecto Gran Simio presentó una propuesta para que ambos fueran trasladados al Santuario Sorocaba, en Brasil, con la finalidad de que recibieran rehabilitación y continuaran viviendo en su hábitat natural.
Alertaron que si los orangutanes continuaban en cautiverio, comenzarían a presentar deterioro en su estado físico, emocional y mental, así como pérdida de sus habilidades y de sus instintos naturales.
Desafortunadamente Jambi ya no está, y Toto corre el riesgo de tener el mismo destino. Cuando aún era tiempo de salvar a ambos, las autoridades del zoológico de Chapultepec declinaron la propuesta del traslado argumentando “motivos deficientes y no sustentados”.
En la propuesta se especifica que de autorizarse el traslado, todos los gastos del viaje y manutención de Toto correrán a cargo de Proyecto Gran Simio, es decir, a las autoridades de México y del Distrito Federal no les costaría un solo peso.
Tras la muerte de su hermano, Toto ha mostrado evidentes signos de depresión, pues al igual que las personas, los animales también resienten las ausencias, lo que vuelve más urgente su traslado.
El estado crítico de Toto motivó a redoblar esfuerzos.
La semana pasada a través de la plataforma Change.org se recolectaron más de 135 mil firmas que fueron entregadas a la Secretaría del Medio Ambiente del Distrito Federal (SEDEMA).
Las firmas buscan presionar a los encargados del zoológico para que acepten el traslado.
La SEDEMA, por su parte, se comprometió a revisar la propuesta y dar respuesta la próxima semana.
En caso de no obtener una respuesta favorable, Proyecto Gran Simio recurrirá a la SEMARNAT y PROFEPA hasta no ver a Toto en un ambiente donde pueda convivir con los de su misma especie.