El agente del Ministerio Público Militar presentó una denuncia ante la Procuraduría General de la República (PGR) tras la agresión a militares en instalaciones de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) en Iguala, Guerrero.
La Sedena ratificó su pleno respeto a la libertad de reunión, asociación y manifestación de las ideas, pero al mismo tiempo condenó enérgicamente hechos violentos como los registrados el lunes pasado.
La dependencia detalló mediante un comunicado que 11 militares resultaron lesionados durante la agresión, y uno de ellos recibió el impacto de un petardo que le provocó fractura expuesta del peroné en la pierna izquierda.
“Adicionalmente se reportó que cinco policías estatales resultaron lesionados por golpes contusos y uno por una herida penetrante en el glúteo izquierdo. Los conductores de los camiones de la Coca Cola y de la cerveza Corona, resultaron con golpes contusos en diversas partes del cuerpo”, indicó.
Detalló que el lunes pasado unas 200 personas, la mayoría con el rostro cubierno, intentaron ingresar por la fuerza a las instalaciones del XXVII Batallón de Infantería en Iguala.
Señaló que, tras forzar la reja de ingreso empleando el camión de la empresa refresquera, agredieron a personal de la Policía Militar con extinguidores y lanzando petardos, piedras y botellas que obtuvieron mediante la retención de un tráiler que transportaba cerveza.
La Policía Militar, que tiene la responsabilidad de resguardar la seguridad de las instalaciones castrenses, utilizó escudos antimotines con el único propósito de detener el avance de los agresores, detalló.
Ello, agregó, conforme a los protocolos establecidos en el Manual del Uso de la Fuerza de aplicación común a las tres Fuerzas Armadas, atendiendo a los principios de oportunidad, proporcionalidad, racionalidad y legalidad y estricto respeto a los derechos humanos.
Además aclaró que el personal militar no utilizó gases lacrimógenos para repeler a los manifestantes.