El Grupo Parlamentario de Acción Nacional en el Senado condenó enérgicamente el asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo. Este crimen constituye una afrenta directa al Estado mexicano y evidencia la incapacidad de los gobiernos Federal y estatal para garantizar la seguridad de la ciudadanía.
A través de un comunicado, el grupo parlamentario de oposición sostuvo que el gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, no puede seguir evadiendo su responsabilidad, al tiempo de señalar que su silencio y falta de resultados han permitido que la violencia se normalice en el estado, mientras comunidades enteras viven bajo el miedo cotidiano.
"Frente a esta realidad de ingobernabilidad, se debe valorar ya su salida del gobierno, a fin de propiciar resultados tangibles en materia de seguridad"
Acotaron que durante dos administraciones se han aprobado reformas que concentraron la seguridad en mandos militares con la promesa de devolver la paz, sin embargo, recordaron que la realidad es innegable: la violencia no cede, los homicidios aumentan y la delincuencia organizada actúa con total impunidad, mientras el gobierno permanece pasivo.
Por ello, Acción Nacional afirmó: la estrategia de abrazos a los criminales fracasó. El centralismo militarizado no ha servido, la sociedad sigue indefensa y las autoridades locales desprotegidas. Tanto el Gobierno Federal como el del Estado deben rendir cuentas y dejar de culpar al pasado: la vida de los mexicanos no puede seguir siendo moneda de cambio política.
Por último, reiteraron que el asesinato de Carlos Manzo no puede quedar en la impunidad ni en la estadística:
"Es la prueba dolorosa de que la estrategia actual no funciona. México no necesita más propaganda, sino seguridad, justicia y un gobierno que dé la cara. Desde el Senado, Acción Nacional seguirá alzando la voz para exigir lo que millones de familias reclaman: vivir sin miedo"
Redacción

				
		
		
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