La senadora panista Guadalupe Murguía Gutiérrez acusó “gatopardismo” y simulación en las adecuaciones a la reforma a la Ley de Amparo porque la retroactividad en su aplicación persiste, lo que contraviene la Constitución en materia de progresividad de los derechos humanos.
Lamentó que la mayoría oficialista se preste a la farsa con la finalidad de negar un derecho ciudadano, y en cambio impulse una reforma que no es pro persona, es pro gobierno, la cual ha sido procesada con prisas, decisiones precipitadas, improvisaciones y cambios sobre las rodillas.
“Hoy queda claro que la supuesta corrección a la rectroactividad fue una cortina de humo, una simulación para desviar temporalmente la opinión pública del perjuicio más grande que representa la reforma a la Ley de Amparo, que es limitar la suspensión del acto reclamado”, expuso en tribuna.
La senadora refirió que además se restringe el interés legítimo, al exigir que el beneficio o la afectación sea cierta, lo cual deja sin posibilidad de acudir al amparo a grupos de consumidores, de medio ambientalistas, grupos indígenas, padres de familia que buscan medicinas para sus hijos o comunidades LGTB.
“Quedará entonces a juicio del juzgador en turno definir si procede o no el amparo, considerando si sí o no puede haber beneficio cierto. Se debilita la suspensión del acto reclamado, ésta es la afectación más grande de esta reforma”, advirtió.
De igual manera, subrayó que la suspensión es la medida cautelar para evitar que un acto de autoridad cause un daño irreparable al quejoso, en tanto se resuelve el fondo del juicio.
Sin embargo, añadió, nos dicen que la suspensión no procede cuando se contravengan disposiciones de orden púbico, bloqueos de cuentas de la Unidad de Inteligencia Financiera, amparos de créditos fiscales en donde hay que pagar la totalidad del interés fiscal, porque en materia fiscal primero pagas, luego litigas.
Respecto a la retroactividad en la Ley de Amparo destacó que ésta continúa. “Está simulada, maquillada, negada. Es la estrategia política del ‘gatopardismo’: vamos a hacer una serie de cambios, pero para que todo siga igual. O como se diría en lenguaje coloquial: quieren darnos atole con el dedo”.
Asimismo, manifestó que el artículo tercero transitorio, que fue objeto de modificación en la Cámara de Diputados, parte de un supuesto: que la Ley de Amparo es una ley procesal y que por ello le aplican una jurisprudencia de la Corte en materia procesal.
Al respecto, sostuvo: “hay que decir que la naturaleza jurídica de la ley tiene algunas disposiciones procesales, pero también contiene disposiciones de carácter sustantivo y de fondo. Esta ley protege derechos y no basta que una ley diga que no es retroactiva, es necesario que el cuerpo de la ley no tenga un carácter retroactivo como lo tiene”.
La senadora Guadalupe Murguía recalcó que esta reforma busca blindar al gobierno limitando aún más los derechos ciudadanos y que tiene una clara dedicatoria: los empresarios poderosos que litigan sus deudas fiscales.
No hay nada más antidemocrático, en un gobierno que se autodenomina el más democrático, que una ley se haga con destinario específico, finalizó.
Redacción