Maestros disidentes de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero (CETEG) hicieron destrozos en oficinas de Gobierno y vehículos.
Bajo la bandera de los jóvenes desaparecidos de Ayotzinapa, los maestros vándalos entraron a las oficinas municipales de Chilpancingo para hacer pintas y pedirles que exhorten a la población de no pagar ni impuestos ni multas.
Esta ocasión las oficinas atacadas fueron las de Servicios Públicos, Registro Civil y Tránsito, donde exigieron a los trabajadores ya no cobrar multas, detener labores y no emitir ningún documento municipal.
Después de clausurar simbólicamente las oficinas municipales, vieron a una camioneta estacionada en un restaurante de enfrente, la cual pintarrajearon y rompieron las ventanas.
La camioneta suburban pertenecía al diputado local Omar Jalil, del PRI, pero el que resultó más afectado fue su chófer, quien fue apedreado por los maestros disidentes, pero después logró escapar.
Con información de Reforma
Imagenes de: Milenio y Novedades de Acapulco