De acuerdo a la Auditoría Superior de la Federación (ASF), la dirigencia de la sección 22 de la CNTE en Oaxaca ha malversado sistemáticamente más de 147 mdp de recursos federales con los que paga salarios duplicados, mismos que son disfrazados de comisiones en una escuela fachada en donde realmente nadie trabaja.
Desde 2007, la ASF ha denunciado la existencia de una operación de triangulación de fondos federales entre el Instituto Estatal para la Educación Pública en Oaxaca (IEEPO) y la sección 22, con la que sus jerarcas se financian usando recursos del Fondo de Aportaciones de Educación Básica (FAEB). Este dinero debería ser usado para la mejor atención de los estudiantes oaxaqueños, no para pagar compensaciones a la cúpula sindical.
“El IEEPO realizó 9 mil 806 pagos indebidos a 190 trabajadores comisionados a las diferentes secciones sindicales. Se presume un probable daño o perjuicio o ambos a la Hacienda Pública Federal por un monto de 54 millones 715 mil pesos, por realizar pagos con recursos del FAEB a trabajadores comisionados a diferentes secciones sindicales; en su caso, deberán ser acreditados ante este órgano de fiscalización con la evidencia documental de su destino y aplicación a los objetivos del fondo de acuerdo con la Ley de Coordinación Fiscal”, advirtió la ASF en mayo pasado.
En 2007, los maestros disidentes desviaron 37 millones de pesos, y desde entonces lo hacen habitualmente, por más que la ASF lo venga denunciando desde entonces. Para 2012 malversaron 49 millones de pesos y un año después la cifra llegó hasta los 54 millones de pesos. Así se llega a más de 147 mdp en los últimos 10 años.
En los años 2012 y 2013, se registró que la CNTE desvió 103 millones de pesos adicionales para premiar son sobresuelos a su Comité Ejecutivo Estatal mediante el “Centro de Trabajo 20AGS0001D”. En este lugar hay 146 trabajadores registrados con salarios que llegan hasta los 70 mil pesos y en donde, curiosamente, todos los mandos de la disidencia conviven.
Sin embargo, resulta que este centro de trabajo no es una escuela y sus trabajadores registrados podrían ser maestros que no están en labores educativas, sino que solamente hacen trabajos sindicales. Básicamente es una escuela fachada que está registrada en la misma dirección que la sede de la sección 22.
Entre los beneficiarios de esta fachada, según Milenio, se encuentra Rubén Núñez, el líder de la disidencia sindical, y sus 34 compañeros de la dirigencia colectiva.
Con información de Milenio.
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