Jericho ya no ruge de pena por la pérdida de su hermano Cecil, un raro león de melena oscura cuyo asesinato en una caza ilegal en Zimbabue el mes pasado impulsó una indignación internacional.
Jericho ahora ocupa el puesto de líder de la manada, asumiendo como protector de los siete cachorros de Cecil mientras que es monitoreado con un aparato de rastreo en el Parque Nacional Hwange, dijo Brent Stapelkamp, que lidera el proyecto de investigación sobre leones de la Oxford University en la reserva.
“Creo que ya ha aceptado el hecho de que Cecil no volverá nunca”, dijo Stapelkamp en una entrevista en Hwange. “Durante los primeros días, por la noche solía hacer esos llamados fuertes y profundos tratando de encontrar a Cecil”.
Zimbabue ha pedido la extradición de Walter Palmer, un dentista estadounidense que mató a Cecil con un arco y una flecha. Palmer dijo que creyó que la caza era legal. Se supone que el león de 13 años de edad fue atraído fuera de Hwange. El sistema de posicionamiento global (GPS, por sus siglas en inglés) que llevaba Cecil no se ha encontrado todavía, dijo Stapelkamp.
“Jericho es ahora el nuevo rey del área que solía ser controlada por Cecil”, dijo Stapelkamp. El mostró un dispositivo de monitoreo que emitió un sonido débil, dando una señal de que Jericho probablemente había viajado fuera de los límites protegidos de Hwange.
Hay límites para salvaguardar a los animales en grandes áreas, dijo en una entrevista Edson Chidziya, un oficial de la Autoridad de Parques y Vida Silvestre de Zimbabue.
“El hecho de que el animal posea un collar no implica que no pueda ser cazado, sólo muestra a través de investigaciones cómo se mueve el animal de un lugar a otro”, dijo Chidziya.
El país del sur de África tiene una población estimada de 2 mil leonesen sus parques nacionales y reservas privadas. El gobierno emite cuotas de caza por unos 70 leones por año.