El hecho ocurrió a la una de la madrugada, durante la noche del 25 al 26 de abril de 1986 en el cuarto reactor de la planta, debido a que el reactor no tenía un sistema de seguridad actualizado y tenía un bajo nivel de automatización. Además había un experimento en marcha, que debería haber probado la gama inercial de la unidad turbo-generadora. Finalmente, el sobrecalentamiento del combustible causó la destrucción de la superficie del generador, teniendo como resultado grandes explosiones.
La explosión en Chernobyl expulsó sustancias radiactivas hasta la altitud de 1,5 kilómetros. A esta altitud, los vientos del sureste arrastraron la nube radiactiva a lugares tan lejanos como Escandinavia, cambiando constante de rumbo de acuerdo a la dirección del viento. Las consecuencias del mismo forman el número de víctimas de Chernobyl, oficialmente, afectó a las vidas de unas 600 mil personas. Las víctimas directas fueron en su mayoría los trabajadores de la planta, así como los bomberos, que recibieron dosis letales de radiación.
Hoy en día, el gobierno de Ucrania, quien todavía recurre a la energía nuclear como principal fuente de energía, ha vuelto de Chernobyl una atracción turística. Los visitantes pueden realizar visitas de manera breve a la zona contaminada donde se encuentran los restos de la planta atómica.